"No hubo un estudio serio, un protocolo para introducir cambios ni suficiente investigación". Así resumió ayer el ministro de Educación, Harald Beyer, la inclusión del ranking de notas en la admisión 2013, criticando duramente al Consejo de Rectores de las 25 universidades tradicionales del país, a cargo del proceso.
En declaraciones a Radio Duna, el titular de Educación y también presidente del Consejo de Rectores planteó que espera que durante este año los integrantes del Cruch se abran a una discusión "seria" sobre el sistema de admisión que requiere el país y llamó a dejar atrás un sistema que "protege a las instituciones" y no a los estudiantes.
También, dijo que para evitar lo que él llamó modificaciones apresuradas al proceso, el ministerio tiene "pocas herramientas y ese es el problema, porque el instrumento es del Cruch, no nuestro".
Aunque dijo que no ve a los rectores como "adversarios", Beyer agregó que "hay que desafiar a las instituciones de educación superior, que han estado durante mucho tiempo poco desafiadas. Nosotros queremos desafiarlas en tres ámbitos: sistema de admisión, duración de carreras y uso efectivo de los recursos".
En este último punto, Beyer ha dicho que las universidades "apenas rinden cuentas" de los dineros que entrega el Estado.
Juan Manuel Zolezzi, vicepresidente del Cruch y rector de la Usach, admite que "no me han gustado las críticas del ministro sobre el ranking, porque he planteado una invitación desde el principio a sumarse a mejorar el sistema. Este es un inicio que tiene un impacto bastante limitado, consideramos un 10%, e hicimos varias cosas para que no fuera un cambio tan brusco, hablamos de tres años para perfeccionarlo. En el margen, como dice el ministro, tenemos muchos casos que han sido favorecidos".
Zolezzi admite que el debate con el ministro ha sido complejo, por ejemplo, respecto de los nuevos indicadores del Mineduc para la distribución de los fondos basales. "Nunca el ministerio planteó el tema en sesión de consejo ni llevó a discusión la calificación, distribución de recursos e indicadores", dice Zolezzi, agregando que tampoco se les consultó sobre el proyecto de Ley de Acreditación.
Respecto de la solicitud de acortamiento de carreras que hizo el ministro, el rector de la Usach recuerda que "le entregamos un informe y no hemos tenido una respuesta". Sobre la relación con Beyer, explica que "tiene su estilo y hay que aceptarlo, lo respetamos mucho, pero nos gustaría que pudiéramos trabajar más en conjunto", y cree que "a lo mejor, no tiene una valoración adecuada del Cruch".
Visiones opuestas
En octubre pasado, el ministro Beyer asistió a la sesión mensual del Cruch, pa-ra presentar su propuesta de cambios a la PSU y con una nueva institucionalidad, que asuma el proceso de admisión que hoy lidera el Cruch. Antes de esta cita, habían pasado cinco meses sin la asistencia del ministro.
Andrés Benítez, rector de la Universidad Adolfo Ibáñez, cree que "el ministro tiene claridad en temas en los que se debe concentrar el debate. Puso una agenda en educación superior con temas de fondo, como el sistema de admisión, el acortamiento de carreras, pero faltan mecanismos de diálogo".
El rector de la UAI da como ejemplo que el ministerio citó a las Ues. privadas para explicar la Ley de Acreditación, "pero si uno plantea una observación, dicen que ya es tarde. A uno le hubiera gustado hacer observaciones. Y claro, el Cruch tampoco preguntó a nadie, ni a nosotros, cuando decidió poner el ranking".
Cercanos al Cruch relatan que la distante relación con el ministro se habría agudizado cuando el Mineduc hizo públicos los estados financieros de las universidades, "porque hubo errores importantes en la presentación de la información".
Por otra parte, un académico plantea que "este ministro les dice la verdad (a los rectores) a la cara, no les manda recados. Realmente, quiere hacer las cosas bien y hay tantos conflictos de interés que es inevitable que tiene que pisar callos".
Las tres aristas del debate
1) El ministerio propone modificaciones al sistema de admisión, permitiendo dar la PSU, al menos, dos veces al año y una nueva institución a cargo del proceso. El Cruch también estudia cambios y espera los resultados de una evaluación internacional solicitada junto al Mineduc.
2) Según estudios del Mineduc, los estudiantes chilenos tardan 6,3 años en titularse, lo que implica un alto costo. Los rectores han dicho que los jóvenes traen falencias de conocimientos y proponen un itinerario de cinco años para reducir los programas.
3) El ministro Beyer ha criticado que las universidades no rinden cuentas de los dineros que el Estado distribuye. Las Ues. tradicionales respondieron considerando que era una descalificación "errónea" y recalcaron en una declaración que son fiscalizadas por la Contraloría.