Ayer el ministro del Interior, Jorge Burgos, agregó una nueva definición para su gestión en La Moneda: el jefe de gabinete apuesta a que el subsecretario de su cartera, Mahmud Aleuy, permanezca en el Ejecutivo.
"La permanencia de los subsecretarios y los ministros las define la Presidenta, pero creo que las personas que lo hacen muy bien, como el subsecretario Aleuy, debieran quedarse", señaló ayer el secretario de Estado.
Para argumentar su postura, Burgos defendió la labor de Aleuy en la agenda de seguridad ciudadana. "Tengo un gran colaborador. El subsecretario Aleuy ha hecho una labor muy importante en delitos. Tengo que estar encima de eso y también descansar en aquellos que llevan la cotidianidad", agregó en Tele13 Radio.
Las palabras del titular de Interior no dejaron indiferente a personeros de la Nueva Mayoría. En particular, a dirigentes del PPD y del PS.
Al interior del partido que dirige el senador Jaime Quintana, aún resienten la herida que dejó la salida del ex ministro del Interior Rodrigo Peñailillo. En privado, dirigentes de este partido mantienen la convicción de que Aleuy habría influido en la salida del otrora hombre más cercano a la Mandataria.
Luego que se conocieran los tres informes que Peñailillo vendiera a AyN -empresa del operador oficialista, Giorgio Martelli, investigada a su vez por sus vínculos con SQM- el entonces titular de Interior fue duramente criticado por figuras del Partido Socialista, en particular de la corriente interna Nueva Izquierda, a la que adhiere Aleuy. A esa facción socialista también adscriben el actual timonel PS, Osvaldo Andrade, -quien públicamente cuestionó en duros términos la gestión de Peñailillo-, el ex senador Camilo Escalona y el diputado Juan Luis Castro.
Los reparos a Peñailillo apuntaban a no haber informado a tiempo de sus vínculos con la sociedad de Martelli, lo que, aseguraban sus críticos, minaba la imagen del gobierno y la Presidenta.
A esto se suman antiguas diferencias entre Aleuy y Peñailillo respecto de cómo manejar la crisis política que estalló con los casos Penta, Caval y luego SQM. Entonces se apuntaba a una supuesta carencia en la conducción política de los ministros de La Moneda, equipo que comanda el ministerio del Interior.
Fuentes de gobierno aseguraban que en el último mes Peñailillo y Aleuy prácticamente no tenían comunicación y que sus equipos tenían los nexos prácticamente cortados.
Luego de que el cambio de gabinete dejara fuera del gobierno a Peñailillo, algunos cálculos desde el PPD apuntaban al eventual próximo ajuste de subsecretarías, intendentes e incluso jefes de servicios. Ayer, dirigentes y parlamentarios del PPD optaron por no comentar las palabras de Burgos y el futuro de Aleuy en el Ejecutivo.