El ministro de Deportes de Brasil, Aldo Rebelo, declaró en una entrevista que publica la revista Veja que "el mercado se apropió" de la selección nacional de fútbol, que "alcanzó tal grado de vulgaridad que no impresiona más a nadie".
El ministro recordó que la selección brasileña de fútbol "nació al margen del mercado y del Estado" y para ser una "institución esencialmente popular, que dio a los pobres sus grandes ídolos", entre los que citó a Leonidas da Silva, Domingos da Guía y Pelé.
No obstante, observó que luego hubo "un evidente proceso de 'elitización'" que "puede ser perjudicial para el fútbol".
Rebelo se sumó a las críticas por los últimos partidos amistosos de la selección, que la enfrentaron a rivales de escasa trayectoria y poder en el fútbol mundial, como Sudáfrica (1-0) y China (8-0).
"La selección brasileña está expuesta a partidos que sólo tienen interés comercial", como en esos dos casos, que en su opinión son una prueba de la influencia del "mercado" en el fútbol.
El propio presidente de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), José María Martín, reconoció este fin de semana esa realidad y dijo que esa entidad no tiene poder para decidir sobre los amistosos de la selección nacional, que son negociados por una empresa árabe.
"Si algún país quiere jugar contra Brasil, yo hasta puedo decir si quiero o no, pero la empresa árabe (International Sports Events) es la que define", declaró Martín al diario Folha de Sao Paulo.
Según el ministro, "cuando el mercado se apropia de esa institución (por la selección) el hincha deja de comportarse como un apasionado por el deporte y pasa a ser consumidor de un producto", que "si no es de buena calidad o es banal sólo provoca desencanto".
Rebelo recordó que "la convocatoria de la selección brasileña era un evento para paralizaba al país" y afirmó que eso ya no sucede, lo que consideró "un problema" cuando Brasil será sede del Mundial de 2014.
Apuntó además que los hinchas "le dan hoy mucho más valor a sus clubes que a la selección" y "muchas veces van a los estadios para abuchear a sus jugadores", como ocurrió con Neymar en el partido ante Sudáfrica, disputado en Sao Paulo.
"El público está prácticamente despreciando a la selección y eso no es culpa suya, sino del espectáculo que recibe", señaló.
En opinión de Rebelo, eso puede cambiar durante el Mundial del 2014, pues se trata de un evento que "suele reconstituir el espíritu del hincha" en relación a la selección nacional. "Siempre es un momento en que, a pesar de las decepciones, la hinchada trata bien a los jugadores" y será así en 2014, sobre todo porque el Mundial "será en casa", declaró.