El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, negó hoy que la tasa de pobreza en su país se haya elevado y cuestionó a quienes afirman que las condiciones socio-económicas de la población son peores de las que informa el Gobierno. 

"Si se duplicó el PIB y entre otras cosas se crearon 6 millones de puestos de trabajo, nadie puede creer que no hayan bajado los niveles de pobreza", dijo Kicillof en una entrevista con la agencia oficial Télam.

Las cifras sobre la tasa de pobreza en el último semestre de 2013 son una incógnita desde que el pasado miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) canceló la difusión del informe.

Técnicos independientes y organismos no públicos calcularon que la tasa de pobreza es de entre el 25 y el 36 por ciento, frente al 4,7 por ciento informado por el Indec para el primer semestre de 2013. 

"En verdad, quienes hacen estas afirmaciones son los que deberían explicar cómo llegan a semejantes conclusiones", dijo Kicillof ante los cálculos no oficiales.

Para el ministro, hay "una clara intencionalidad política" entre quienes "quieren negar los logros alcanzados respecto de la baja de pobreza, el desempleo y la desigualdad" en los últimos diez años. 

Según las cifras oficiales, la pobreza ha disminuido progresivamente desde el 57,5 %, el máximo que se registró en octubre de 2002, tras el estallido de la última crisis económica, una de las más severas que ha vivido el país.

"La gente tiene memoria y sabe cómo estaba el país en 2003, con la mitad de la población bajo la línea de pobreza y una desocupación que rozaba el 25 por ciento", sostuvo Kicillof.

El Indec alegó que canceló la difusión del informe porque trabaja en nuevas metodologías para caracterizar de manera "más eficiente" las condiciones socio-económicas de la población.

Por la falta de datos actualizados, la diputada Patricia Bullrich (Unión Pro, centroderecha) pidió que el ministro de Economía dé explicaciones en el Parlamento.

Los datos del Indec son seriamente cuestionados por consultoras privadas y hasta por empleados del propio organismo desde que a inicios de 2007 el ente introdujo cambios metodológicos en la medición de la inflación.