La fortaleza del peso chileno frente al dólar es un factor preocupante para la competitividad del país, admitió el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, quien agregó que se trabaja en coordinación con el Banco Central sobre esta materia.
Esta semana, el peso chileno alcanzó máximos de casi siete meses y ya llegó a un nivel cercano a los $500 por dólar, lo que encendió las alarmas del sector exportador y del Gobierno.
"Sin duda alguna el tipo de cambio lo consideramos en el Gobierno una variable muy relevante para la competitividad de nuestra economía", dijo Larraín en entrevista con el canal TVN.
"Nosotros hemos dado muestras no solamente con palabras, sino con la acción, de que estamos preocupados por el tema cambiario, y que esa preocupación genera acción y no solo preocupación", agregó.
Pese a los planes de reconstrucción del país tras el terremoto de febrero y los planes de financiamiento del Gobierno, Larraín aseguró que se ha tenido especial atención en materia cambiaria.
"Este año hemos sido muy cautos en la liquidación de divisas", dijo el ministro. "El Gobierno está haciendo lo que está de su parte para evitar una caída adicional del tipo de cambio pero (...) nosotros no podemos manejar lo que ocurre en la economía mundial", agregó.
En esa línea, el ministro recordó que el peso chileno se mueve bajo un sistema de libre flotación, en que factores como el precio del cobre, principal exportación del país, no pueden ser controlados a nivel local.
Por ello, Larraín aseguró de que no existe una barrera para que se intervenga en el mercado cambiario doméstico
No obstante, reafirmó que se está en permanente coordinación con el Banco Central, y que "ayer tuvimos una reunión de coordinación y este es uno de los temas que se toca", aseguró.
"En el pasado han habido intervenciones cambiarias en casos que se han considerado extremos. Ahora (...) esas intervenciones jamás se anuncian antes de, solamente se saben después de que ocurren", agregó.