Los ministros europeos de Finanzas volverán a analizar el lunes y el martes próximos la estrategia de retorno a la disciplina fiscal en la que prevén un endurecimiento del ajuste obligatorio de los déficit en cuanto se supere la grave crisis económica actual.

Hasta ahora, cuando un país ha de corregir su déficit excesivo, Bruselas le imponía un ritmo mínimo de reducción de su déficit estructural del 0,5% del PIB anual, pero los Veintisiete estiman que la consolidación deberá ser más "ambiciosa" y "tendrá que rebasar en buena medida" ese porcentaje "en la mayor parte de los estados miembros".

Esta previsión figura en una declaración que el Consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE (Ecofín) aprobará el martes en Luxemburgo, que está dedicada exclusivamente a la estrategia fiscal de salida de la crisis.

La cuestión será abordada de manera informal también por el Eurogrupo que reúne regularmente a los ministros de los dieciséis países que comparten la moneda europea, en el encuentro que celebrarán mañana lunes por la noche en Luxemburgo.

Los ministros europeos ya se pusieron de acuerdo a principios de mes en Gotemburgo (Suecia) sobre la conveniencia de seguir manteniendo los estímulos presupuestarios a la economía y al sector financiero hasta que la recuperación se consolide.

Se calcula en un 5% del PIB de la Unión el volumen de las medidas nacionales y comunitarias de apoyo al crecimiento y el empleo decididas para 2009 y 2010.

El Ecofín pondrá ahora por escrito ese acuerdo verbal en el que los ministros reconocen que la recuperación "sigue siendo frágil" pese a que están apareciendo los primeros signos positivos.

"No es todavía hora de que los Gobiernos retiren el apoyo facilitado a la economía y al sector financiero hasta que se asegure la recuperación", subraya el proyecto de conclusiones del Ecofín.

Pero si los pronósticos favorables se cumplen y la economía empieza a dejar de necesitar las muletas prestadas por los presupuestos nacionales, entonces los gobiernos deberán proceder a una consolidación fiscal drástica lo más pronto posible.

Dicha reducción de los déficit y deuda públicos deberá empezar "en 2011 a más tardar" aunque "varios países necesitan consolidarse con anterioridad".

"Teniendo en cuenta los desafíos", añade el proyecto de declaración, "el ritmo previsto de la consolidación fiscal debe ser ambicioso y tendrá que rebasar en buena medida la referencia patrón del 0,5% del PIB anual en términos estructurales en la mayor parte de los Estados miembros".

Actualmente, veinte de los veintisiete estados miembros, entre ellos España, se encuentran ya, según la Comisión Europea, en situación de déficit público excesivo, es decir, por encima del límite máximo autorizado del 3% del PIB que marca el Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Los que estarán en 2010 en peor posición en cuanto al déficit serán, según la CE, Irlanda (15,6%), Reino Unido (13,8%), Letonia (13,6%) y España (9,8%).

El Consejo argumenta que "más allá de la retirada de las medidas de estímulo del programa europeo de la recuperación económica, es necesaria una sustancial consolidación presupuestaria para frenar y en su caso invertir el aumento de la deuda y restablecer unas posiciones fiscales sanas".

"El aumento de la eficiencia y eficacia de las finanzas públicas y la intensificación de la reforma estructural son deseables incluso a corto plazo y contribuirán a estimular el crecimiento de la producción potencial y la reducción de la deuda", añade.

Desde Bruselas se viene insistiendo desde hace meses en la necesidad de una "estrategia coordinada" entre los Veintisiete para retirar los paquetes de estímulo.

"Una rápida planificación y la comunicación de dicha estrategia contribuirían a fortalecer la confianza en nuestras políticas a medio plazo y a fijar las expectativas", explican los miembros del Ecofín.