Como un proceso "extremadamente difícil" califica el ministro de Vivienda y Urbanismo, Rodrigo Pérez, la reconstrucción en seis regiones del país, que se inició hace cuatro años, tras el terremoto del 27/F. El balance que entregará el Ejecutivo la próxima semana, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la tragedia, es el último de esta administración, e indica que el 88% de las obras (inmuebles nuevos y reparaciones) han sido entregadas, mientras que un 11,6% está en fase de construcción y un 0,4% aún por iniciar.
El secretario de Estado inicia esta semana un recorrido por las regiones afectadas, donde entregará nuevas viviendas en Mostazal, Cauquenes y Arauco, algunas de las zonas más golpeadas por el sismo. Lo propio hará el Presidente Sebastián Piñera, quien también concurrirá a las regiones afectadas la próxima semana.
Usted ha calificado el proceso como exitoso, pero, ¿existe alguna autoevaluación de lo que se pudo hacer mejor?
Estoy muy conforme con el nivel de avance. Obviamente, nos hubiera gustado haber llegado al 100% de la reconstrucción. Haber terminado todo y entregado todo. Pero yo sabía, y siempre lo dije, que era muy difícil, pero que íbamos a hacer lo humanamente posible. En cualquier caso, haber llegado al 90% terminado, entregado, y que el saldo esté en plena ejecución, es un logro muy grande. De verdad, estoy muy tranquilo, porque se hizo el máximo esfuerzo posible y los resultados están a la vista.
¿Qué complicó el proceso?
El tema patrimonial fue dificilísimo. En lugares de Vichuquén vinieron, incluso, artesanos de Perú, expertos en reconstrucción en adobe. Nos hemos topado con otros temas también, como que se encontraron osamentas en las obras, por lo que llegó el Consejo de Monumentos Nacionales. Además, tuvimos muchos casos de constructoras que entraron en falencias económicas, dentro de un proceso muy grande. Tampoco uno esperaría que saliera todo perfecto. Lo importante es que esas dificultades se superaron.
¿Piensa que las obras que quedarán pendientes van a ser, finalmente, culminadas por el próximo gobierno?
Estimamos que las obras están con un buen avance en los conjuntos habitacionales. He estado viendo el detalle: hay cerca de 3.000 viviendas que están con entre 96% y 99% de avance en este momento. Todo va bien encaminado para que en un período corto se termine.
¿Cuál es la evaluación que hace de la calidad de los inmuebles?
Lo que se ha invertido en viviendas nuevas, por ejemplo, es un 34% mayor que lo que se invirtió en los cuatro años del período anterior. Es decir, 550 Unidades de Fomento. En la reconstrucción no se renunció a la calidad de las viviendas. El promedio de la casa es de 50 metros cuadrados y el programa se hizo manteniendo el cuadro normativo.
Sin embargo, hay familias que van a pasar otro invierno viviendo en aldeas...
No van a quedar aldeas pendientes. Sólo va quedando Tumbes, que es una de las mejores que he visto. Eso está prácticamente terminado. (...) Las obras para esos casos están contratadas. Técnicamente, tiene un plazo y hay que entender que este es un problema de 800 mil personas. Haber terminado prácticamente en cuatro años es destacable. Pero siempre va a haber algunos detalles pendientes, porque éstas no son viviendas que se importan de Japón y se instalan. Hemos tenido que lidiar con problemas de escasez de mano de obra, alza de costos, empresas constructoras que han tenido dificultades, pero pese a todo eso salimos adelante.
¿Qué lecciones podría sacar el próximo gobierno de lo realizado por ustedes en reconstrucción?
Hay lecciones que se han sacado y que deben tomarse en el futuro. Por ejemplo, la aplicación del subsidio de autoconstrucción asistida, lo que también se usó tras el incendio en Rodelillo o en el caso del desborde del río Las Minas, donde, en 30 días, entregamos una solución a las familias mediante un banco de materiales.
¿Cree que se va a mantener esa gestión?
Espero que sí. Va a quedar mucha gente profesional y comprometida con el servicio público. Hay un principio de continuidad del Estado de que uno va construyendo y mejorando lo que hay.