Luego de las dos reuniones que se llevaron a cabo ayer en La Moneda entre los transportistas y el gobierno, el ministro del Interior, Mario Fernández, comentó la "decepción" con la que se retiró del encuentro la Confederación Nacional de Transportes de Carga, y señaló que "venían con un planteamiento muy complejo que a priori se sabía que no íbamos a aceptar". 

"Ellos lo que querían era declarar un estado de excepción, lo cual implica poner la zona bajo la orden de un alto oficial de las Fuerzas Armadas", señaló.

Ante esa posibilidad, el secretario de Estado aseguró en Tele 13 Radio que esa alternativa se baraja "cuando la situación lo amerita", pero que en este caso y a pesar de reconocer como un acto terrorista la quema de los siete camiones en La Araucanía, lo ocurrido es una "situación específica, limitada".

En este sentido explicó que si bien se trata de un delito y el Ejecutivo se querelló invocando la ley antiterrorista, es un "delito que no tiene por qué afectar a todos los miles de chilenos que viven" en esa región, quienes "verían limitados sus derechos fundamentales. ¿Con qué finalidad alterar la vida normal?". 

Consultado por la complejidad para los sectores de la centro izquierda de llamar a que las Fuerzas Armadas se hagan cargo y salgan militares a las calles, Fernández aseguró que no existe ningún complejo en que eso ocurra, si es que es necesario. Sin embargo, reiteró que se trata de un delito concreto "cuya ocurrencia por grave que sea no tiene por qué afectar la vida normal de miles de personas".

"¿Qué ha pasado en Gran Bretaña o en Francia donde han habido actos terroristas sin ninguna duda? El país no se militarizó. No se estableció una situación de excepción constitucional y el resto de la gente siguió viviendo normalmente", agregó.