Tras un inicio de gestión marcado por el silencio y la reserva, el ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, ha dado pie a un fluido discurso público que no ha estado exento de polémicas y enfrentamientos especialmente con los representantes de los colegios subvencionados. La noche del miércoles, durante su intervención en el lanzamiento del libro "Lo Aprendí en la escuela. ¿Cómo se logran procesos de mejoramiento escolar?", escrito por expertos del Centro de Investigación Avanzada en Educación (Ciae) de la U. de Chile y Unicef, abrió un nuevo capítulo en la tensa relación que ha establecido con los sostenedores privados. "Más allá de la aparente conciencia ciudadana que está en las marchas de los estudiantes, no siento que el país tenga plena conciencia", explicó ante una audiencia cercana a las 200 personas. Acto seguido, endureció sus palabras refiriéndose a la elección de colegios subvencionados con copago: "Las familias son seducidas por ofertas de colegios inglés que solo tienen el nombre en inglés y que por $ 17 mil le ofrecen al niño que posiblemente el color promedio del pelo va a ser un poquito más claro (...). Una cantidad enorme de supercherías que nada tienen que ver con la calidad de la educación", ironizó.

El ministro de Educación, que está a días de ingresar los proyectos que terminan con lucro, selección y copago, dijo -también- que "nuestro sistema educacional está organizado sobre una ignorancia intelectual no consistente con (...) los países desarrollados. Suponer que vamos a poder organizar la educación eficiente en base a que los productores lleguen a ella atraídos por la ganancia, por lucro, y que la disciplina se va a producir porque los consumidores bien informados van a elegir el mejor producto, no es así (...). Desgraciadamente, esto está instalado en el país. A lo que ha llevado este modelo absurdo es a tener la educación más segregada del mundo", insistió.

Dura respuesta

Muchas de las palabras de Eyzaguirre sacaron risas entre los asistentes al lanzamiento del Ciae. Sin embargo, esta reacción no fue compartida por el secretario ejecutivo de la Federación de Instituciones de Educación Particular (Fide), Carlos Veas, quien dijo que "trata a las familias de arribistas e ignorantes, esa es la evidencia de lo que está diciendo. Las declaraciones no están a la altura de un ministro de Educación".

El representante de colegios subvencionados y pagados agregó que "todos ellos (refiriéndose al ministro), los que tratan mal a las familias que inscriben a sus hijos en colegios con colores hacen lo mismo y están criticando a los demás. ¿Acaso sus hijos van a municipales?", acotó.

Una opinión que comparten desde la Corporación Nacional de Colegios Particulares de Chile (Conacep): "Expresamos nuestra preocupación por las descalificaciones que se han generado en el debate, particularmente las que han afectado a los padres de familia que han optado por nuestros colegios. Ello nos lleva a preguntarnos, ¿Por qué es legítimo que un padre pueda elegir a un Presidente de la República, pero que se le califique de "incauto" cuando elige la educación de sus hijos?", explican las autoridades por medio de un comunicado.

Con todo, el secretario general de la Conacep, Rodrigo Ketterer, explicó que "comparto con el ministro que en un sistema con débiles regulaciones en las cosas importantes, existe una tensión entre los objetivos de obtención de ganancias, y de entregar educación de calidad, esto se debe resolver con regulaciones que equilibren, adecuadamente, los intereses de los usuarios y de los prestadores".

Sin embargo, la Fide no piensa lo mismo y Veas aclaró que el error del sistema pasa "porque todos reciben la misma cantidad de dinero en subvención. Los colegios que educan a alumnos más vulnerables debieran recibir más y ahí igualarían".