El ministro italiano de Administraciones Públicas, Renato Brunetta, aseguró que en Italia "existe cierta elite irresponsable que está preparando un auténtico y verdadero golpe de Estado".

Durante un congreso del gobernante partido Pueblo de la Libertad (PDL), en la localidad de Cortina d'Ampezzo (noreste de Italia), el ministro habló de la actual situación de la izquierda política en su país, a la que propuso liberarse de la influencia de cierta elite que les rodea, como la burocrática o la editorial.

"Esta sedicente elite en este año de gran crisis ha pensado sólo en cómo hacer caer un Gobierno que sólo piensa en las pensiones de la gente", dijo Brunetta, quien se dirigió a la "pobre izquierda que se deja engatusar por esta fingida elite".

"Propongo una lucha de liberación para los compañeros de la izquierda del bien: liberaos de este abrazo mortal de esta mala finanza, de estos malos sindicatos, de estos malos grupos editoriales", dijo el político.

El ministro, quien también tuvo palabras para la Iglesia Católica en su discurso, aseveró además que debe "morir asesinada" la izquierda que él define como "del mal".

Según Brunetta, su partido, liderado por el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, está en el mismo lado que la Iglesia Católica, aunque dijo hay que diferenciar entre la labor de los religiosos con los fieles y sus incursiones en la escena política del país.

"Cuando la Iglesia opera sobre el territorio y se hace cargo de los fieles, a menudo lo hace mejor que el Estado. Cuando ciertos exponentes de la Iglesia juegan a la masacre, ésa no la considero yo Iglesia, sino ideología política con túnica", apuntó el ministro.

Precisamente este sábado el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), el cardenal Angelo Bagnasco, se refirió a la actual situación de "degradación política" durante una lección magistral en la ciudad de Génova sobre la última encíclica del papa Benedicto XVI, "Caritas in veritate".

"Esos fenómenos de degradación política a la que asistimos hoy y que revelan falta de proyectos e intereses de corto alcance, así como recientes episodios de embrutecimiento financiero que han llevado al colapso del sistema económico (...), confirman que la ética social se rige sólo sobre la base de los individuos", comentó el cardenal.