El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, se unió a la defensa del gobierno tras las críticas surgidas por las gestiones que culminaron con el rechazo de la comisión investigadora sobre las muertes en centros del Sename al informe en el que se acusa de "negligencia inexcusable" a la ex ministra de Justicia Javiera Blanco.

"Era un informe que no le servía a los niños, un puro juego de echarse la culpa", dijo Valdés en entrevista con Radio Zero.

En este sentido enfatizó que "pensamos que era un mal informe. Parcial, injusto, politizado".

La votación se dio luego que el martes, el gobierno enviara una minuta de cuatro carillas a los parlamentarios que se titula "Aspectos políticos y jurídicos objetables en el informe Sename". En los primeros párrafos se señala que en las conclusiones de la comisión investigadora se realizan "imputaciones falsas", como que "el gobierno no ha dado prioridad a los proyectos de ley sobre infancia". Uno de los apartados de la minuta también menciona dos elementos fundamentales para justificar la necesidad de rechazar el informe de la comisión investigadora, y que tienen relación con Bachelet y Blanco. "Altera los estándares de responsabilidad, utilizando expresiones tales como 'negligencia inexcusable' respecto de la ex ministra de Justicia, criterio de imputación que no es aplicable respecto de quienes no tenían control directo de los hechos que se le imputan", sostiene el gobierno en su escrito, intentando contradecir los argumentos de quienes han sostenido que Blanco tenía al menos algún grado de responsabilidad en la crisis del Sename.

Y en otro párrafo, el texto advierte que "el informe desconoce todo lo hecho por este gobierno en infancia, favoreciendo a la oposición". En el documento se lee que "dado que estos problemas son de carácter estructural e históricos, es injusto pretender responsabilizar a este gobierno", junto con agregar que "esto refleja una evidente intencionalidad política de la oposición de sindicar a la Presidenta Bachelet y su administración como responsables". Así, finaliza planteando que "sumarse a esta estrategia es un gravísimo error político; igualmente lo es no comprender que cuando se acusa tan gravemente a un ministro o cualquier autoridad que durante esta administración estuvo a cargo de este tema, se responsabiliza también a la Presidenta".