Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) acordaron hoy nuevas sanciones contra 19 personas y nueve entidades a las que consideran responsables de la crisis en el este de Ucrania, pero decidieron condicionar su aplicación a la evolución de los esfuerzos diplomáticos en los próximos días.
"El principio de estas sanciones por (el ataque con artillería en el que murieron 30 personas y unas cien resultaron heridas en la ciudad ucraniana de) Mariúpol se mantiene", aseguró a la prensa el ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, durante el consejo de titulares de Exteriores de la UE que se celebra en Bruselas.
"Pero la aplicación se hará a la luz de la situación sobre el terreno. Concretamente haremos un balance de aquí al próximo lunes, y entonces veremos", indicó Fabius en referencia a los esfuerzos diplomáticos en curso de Francia y Alemania para tratar de frenar la crisis ruso-ucraniana, especialmente la cumbre de líderes de esos cuatro países que esperan celebrar el miércoles en Minsk.
Los ministros de Exteriores de la UE debían decidir hoy sobre la ampliación en otras 19 personas y nueve entidades de la lista negra de rusos y ucranianos sancionados por su papel desestabilizador en Ucrania.
En una reunión previa el pasado 29 de enero, habían tomado la determinación de preparar nuevas sanciones individuales contra personas o entidades por el ataque a Mariúpol en el que hubo tantas víctimas civiles.
Ante la intensa labor diplomática lanzada por los líderes de Francia y Alemania para convencer a Ucrania y Rusia de apoyar un nuevo plan de paz, los Veintiocho celebraron finalmente un debate sobre el asunto y aprobaron las sanciones pero acordaron condicionar su aplicación.
Así, si no se registran progresos en las negociaciones de esta semana, el próximo lunes el Consejo tomará la decisión de publicar la nueva lista de sancionados -a los que se les congelarán sus bienes y se prohibirá su entrada en la UE- en el Diario Oficial de la UE con vistas a que puedan entran en vigor, explicaron fuentes europeas.
"Las cosas empiezan a moverse", dijo Fabius, aunque pidió "ser prudente".
Explicó que hoy, tras la discusión ministerial en el Consejo, habrá "una reunión de nuestros secretarios generales del Ministerio y de nuestros directores políticos", en tanto que mañana en Minsk se celebrará "una reunión de consejeros políticos" y, "el miércoles, esperamos que haya la reunión en Minsk de lo que llamamos el formato de Normandía" con los líderes de Francia, Alemania, Rusia y Ucrania.
"El objetivo es lograr una reducción de la tensión y la paz. No estamos seguros del todo del resultado, hay que seguir siendo prudentes, pero trabajamos en ese sentido", matizó Fabius.
En opinión del líder de la diplomacia francesa, "queda camino por recorrer", e insistió en "hay toda una serie de cuestiones" todavía por resolver, como cuántos kilómetros retirar las armas pesadas de la línea de contacto o cómo garantizar el respeto de la frontera.
"Todo eso se está discutiendo, y será a partir de ello que se decidirá la reunión de Minsk, la cual esperamos que logre resultados. Pero las cosas no están hechas aún", respondió a la pregunta de qué puede todavía impedir la celebración de esa cumbre.
Para Fabius, el acuerdo original de Minsk firmado en septiembre por ucranianos y los separatistas prorrusos del este para rebajar la tensión en el conflicto, es "el juez de paz".
"Luego, hay cierta evolución sobre el terreno. Pero hay que mantener lo máximo que se pueda el respeto al protocolo de Minsk", comentó.
Agregó que "aún no se han logrado los resultados pero estamos haciendo el máximo de esfuerzos diplomáticos para rebajar la tensión y lograr la paz".