Los ministros de Medio Ambiente, Energía o Relaciones Exteriores de un centenar de países llegan hoy a Doha, para firmar, antes del fin de semana un acuerdo sobre el clima al término de unas negociaciones con escasos avances sobre Kioto 2 y la ayuda a los países del sur.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, también era esperado junto con algunos jefes de Estado y de Gobierno.
El emir de Qatar, jeque Hamad Ben Jalifa, será el encargado de inaugurar la nueva fase de estas negociaciones iniciadas el 26 de noviembre por los equipos negociadores de 190 países.
En principio, la conferencia de la ONU sobre la lucha contra el cambio climático debe concluir el viernes.
Se espera un acuerdo para prolongar el protocolo de Kioto, única herramienta legalmente vinculante para los países industrializados, con la excepción notable de Estados Unidos, que no lo ha ratificado, para reducir las emisiones de gas de efecto invernadero (GEI).
Por tanto, los resultados serán simbólicos, dados los compromisos, asegurados esencialmente por la Unión Europea y Australia, tras la marcha atrás de Japón, Rusia y Canadá, pues sólo afectarán al 15% de los GEI mundiales.
Pero los países en desarrollo insisten en mantener con vida este instrumento que obliga a los países del norte a actuar, en nombre de su "responsabilidad histórica", en el cambio climático.
Las negociaciones tropiezan con la duración del segundo periodo de compromiso, tras la expiración de la primera a finales de diciembre, y el exceso de las cuotas de emisiones de GEI heredadas de Kyoto 1 y que algunos países, en particular los del ex bloque del este, quieren que se mantengan en Kioto 2.
Esta perspectiva amenaza con empañar los resultados esperados en Kioto 2, estiman los países del sur.
De hecho, todavía no se ha encontrado ningún acuerdo sobre ayuda financiera a los países del sur particularmente vulnerables al calentamiento.
Los países en desarrollo piden 60.000 millones de dólares para 2015, para garantizar la transición entre la ayuda de emergencia decidida en 2009 y que será de 30.000 millones de dólares para 2010-2012, y la promesa de 100.000 millones por año de ahora hasta 2020.