Al mediodía de hoy, para conmemorar los dos años desde que resultó electo en 2010, el Presidente Sebastián Piñera almorzará en La Moneda con su gabinete, parlamentarios y alcaldes de la Alianza. Poco antes, al mediodía, los congresistas del oficialismo posarán para una foto en el Congreso, en Valparaíso.
La idea, dicen en el gobierno, es dar una señal de cohesión interna, dejando atrás la polémica de la semana pasada entre el Ejecutivo y sectores del oficialismo -especialmente la UDI- por la agenda de reformas y los eventuales cambios al binominal.
En esa línea, una de las iniciativas clave de La Moneda para superar las disputas de los últimos días ocurrió anoche: en la casa de Rodrigo Hinzpeter (Interior) se realizó una reunión entre el equipo de ministros políticos -además del jefe de gabinete, Cristián Larroulet (Segpres) y Andrés Chadwick (Segegob)- y los presidentes de la UDI y RN, Juan Antonio Coloma y Carlos Larraín.
Ahí se discutirían alternativas para avanzar en cambios al binominal. El argumento del Ejecutivo era que su perfeccionamiento es necesario para mejorar el cuestionado sistema político.
Al salir del encuentro, a eso de las 23.15, Larraín dijo escuetamente que "la reunión fue muy conveniente, se habló de todo, con mucha franqueza", mientras que Coloma se limitó a calificarla de "fructífera".
La cita se produjo después de que, el miércoles, el Mandatario hiciera una dura crítica a los partidos, apuntando al gremialismo, por el rechazo a avanzar en cambios al binominal. Esto, dos días después de que en una cena en su casa, el Mandatario dijera a los principales dirigentes de la Alianza que impulsaría una reforma tributaria, pero que modificaciones al sistema electoral eran "complicadas" por la ausencia de consenso interno, lo que fue entendido como un aplazamiento.
Ante las críticas públicas de Piñera, dirigentes UDI como el senador Jovino Novoa y el diputado Felipe Ward reclamaron con dureza a La Moneda. Mientras un grupo de parlamentarios de RN iniciaron acercamientos con pares de la Concertación para viabilizar este debate (ver pág. 3).
En este escenario, la apuesta de La Moneda es cerrar el conflicto antes de que gran parte de los dirigentes salga de vacaciones. Así, el comité político de ayer en la mañana en Palacio fue el escenario donde se iniciaron las conversaciones para bajar la tensión en la Alianza.
Según algunos de los presentes, Hinzpeter hizo un crítico balance de lo que calificó una "mala semana" para el conglomerado, apuntando a las críticas cruzadas de los días previos. Las mismas fuentes dicen que el ministro apeló a que había "responsabilidad de todos" en este clima.
Su intervención motivó un diagnóstico común de varios de los otros asistentes. Coloma y Larraín no estaban presentes, pues -dijeron en sus partidos- esperaban abordar el tema en la reunión de anoche.
Así, Ward apuntó a moderar las críticas y se sumó al llamado a trabajar con unidad. En esa misma línea expuso la senadora RN Lily Pérez, quien abogó por fortalecer el diálogo y cuestionó las críticas de Novoa. "Nos abuenamos", resumían algunos de los presentes.
A la salida, la parlamentaria indicó que "existen matices entre nosotros, hay que reconocerlo, no negarlo, y lo importante también es que estas diferencias sean siempre respetadas".
En medio del debate, y como una medida para mejorar la coordinación, el senador Hernán Larraín pidió que si el gobierno tenía interés real en avanzar en el tema del binominal, se replicara el procedimiento utilizado en la reforma tributaria: que el gobierno hiciera una ronda con los partidos y luego zanjara una propuesta.
Si bien tanto Coloma como Larraín han puesto reparos en este tema, en los últimos días se han abierto a debatirlo, pero con condiciones. El timonel UDI ha dicho que quiere resguardar elementos de estabilidad y pedido que se le presente una fórmula alternativa concreta. A su turno, el líder de RN plantea incorporar el debate en un cambio de un régimen presidencial a uno semipresidencial.