El Ministerio de Salud se encuentra alerta en medio de una investigación a nivel país, para asegurar que se cumpla el Plan Nacional de Inmunización (PNI), dado que se han detectado en centros de salud lotes de vacunas vencidas, como en el caso del Hospital de Molina, donde las recibieron 16 lactantes. Frente a ello, el ministro de salud Jaime Mañalich aseguró a La Tercera: "Hemos pedido una investigación formal a lo largo de todo el territorio, porque tenemos identificados los lotes, las partidas y dónde se encuentran, pero debemos asegurar que se cumpla el PNI", dijo.
"Apareció una sospecha de que en Curicó podría haber algo de lo mismo, pero estamos investigándolo", agregó Mañalich.
Desde el Minsal entonces, se instruyó a todas las Seremis de Salud, para que realicen un levantamiento de todas las partidas de vacunas con las que cuentan los centros de salud.
Para Mañalich este año "ha sido complejo desde el punto de vista incluso de las cámaras de frío".
"Tuvimos la situación de Tarapacá, realizar un programa apresurado para vacunas contra la meningitis W-135 desde el año pasado, entonces evidentemente, vale la pena desde todo punto de vista y por prudencia, estar seguros de que las vacunas que se encuentran repartidas en los centros de salud, estén bien conservadas y que los stocks estén vigentes", indicó el secretario de Estado.
La instrucción del gobierno a los vacunatorios, es que chequeen nuevamente que sus lotes cumplan con los estándares.
HOSPITAL DE MOLINA NO HABRÍA CUMPLIDO INSTRUCCIÓN
Entre abril y mayo, el subsecretario de salud pública Jorge Díaz, exigió a las Seremis destruir determinadas partidas de vacunas que se acercaban a su fecha de vencimiento.
"Entiendo, por lo que me comentaron, que en el Hospital de Molina, a pesar de la instrucción eso no habría ocurrido", manifestó el ministro.
Para el titular de Salud, "no se podrían adelantar por el momento los niveles de responsabilidad que se tendrían para tal caso, antes de recopilar todos los antecedentes".
El En el caso particular de la vacuna contra la tuberculosis que adquirida por 16 niños, a través de lotes que habían expirado, el ministro explicó que "los lotes deben ser procedidos al Instituto de Salud Pública (ISP), para que ellos midan la potencia de la vacuna que tuvo la dosis niño por niño, independiente de la fecha de caducidad de las vacunas".
Mañalich aclaró que "no se puede simplemente indicar "revacúnense a todos los menores", porque esta es una dosis que probablemente estaba activa a pesar del vencimiento y probablemente los lactantes desarrollaron anticuerpos contra la tuberculosis. Ello, implica que una nueva vacuna estaría contraindicada", agregó.
Según el ministro, si se les inyectara una nueva dosis a menores en que la vacuna hizo efecto, aunque haya estado vencida, los niños generarían una grave reacción alérgica e inflamatoria, contra la segunda dosis adquirida.