Como una ley "debilucha" calificó la ministra de Salud, Helia Molina, la normativa que regula la composición y etiquetado de los alimentos, -conocida como "Ley Súper 8"- cuya implementación estaba programada a contar de junio. Por ello, la cartera anunció ayer que reformulará su reglamento para ampliar la cobertura a más productos envasados y que modificará las señaléticas de advertencia de nutrientes críticos que deben llevar los envases de productos considerados poco saludables.

"Lo que hicimos hoy (ayer) en el ministerio fue una reunión de expertos para dar el puntapié inicial a un proceso que avance rápidamente a derogar el reglamento que hoy está vigente, porque no es adecuado. La ley no se va a derogar, pero el reglamento se puede modificar", explicó Molina, quien fue más allá y recalcó que el articulado que elaboró la anterior administración "borra con el codo lo que escribe la ley con la mano, como en temas de propaganda, acceso y etiquetado. En todas las cosas el reglamento es poco claro y dificulta mucho la fiscalizacion", sostuvo.

Para eso, tras reunirse con académicos, especialistas, organizaciones de consumidores, entre otros, el ministerio anunció que en mayo próximo tendrá elaborada una nueva propuesta de reglamento, para someterla a consideración de los distintos grupos y recoger sus impresiones. Esta decisión se hace cargo de las críticas que tuvo el anterior articulado, que fue profundamente reñido por expertos y académicos, quienes criticaron que no se recogieran sus recomendaciones.

"El actual reglamento que entraría en vigencia en dos meses más es bastante deficiente y no dice relación con el espíritu de la ley. Se inicia ahora un proceso con miras a reemplazarlo. Nos importa que lo que quede en el reglamento sean herramientas que sirvan para impactar en este problema de salud pública de obesidad que tenemos", dijo el subsecretario de Salud Pública, Jaime Burrows.

CAMBIOS
La reformulación del reglamento implicará un retraso de la puesta en marcha de la ley. Esto, pues los plazos estimados en el Minsal acercan hacia fines de este año la concreción y visado de un nuevo decreto, que requiere además de al menos seis meses como plazo de entrada en vigencia, para cumplir con acuerdos internacionales de la Organización Mundial del Comercio. En ese contexto, el reglamento que da vida a la ley comenzaría a regir sólo a mediados de 2015.

"Puede que implique un retraso, pero lo mejor es tener una ley como corresponde. Es extraordinariamente bueno que se cambie el reglamento y los académicos y especialistas lo habíamos hecho saber sistemáticamente. El decreto actual tiene una serie de falencias que eran demasiados como para poder aceptarlo, así que respaldamos esta decisión", dijo Magdalena Araya, directora del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos de la U. de Chile.

Respecto a los retrasos en la implementación de la norma, el ex subsecretario de Salud, Jorge Díaz, dijo que "esto es un atraso inaceptable". "Es muy dañino para la salud pública. El etiquetado es un instrumento que iba a permitir a las personas reconocer cuándo un alimento era alto en un determinado nutriente crítico".

Agregó que "se podría haber dejado que entrara en vigencia (algunos aspectos del reglamento) y las otras modificaciones hacerlas después".