El subsecretario de Redes Asistenciales, Luis Castillo, junto al director de Fonasa, Mikel Uriarte rechazaron las críticas de parlamentarios de la Concertación al bono para consultas respiratorias que comienza a operar hoy. A juicio de las autoridades, la medida no generará colapsos en el sistema privado, ya que los pacientes podrán optar a cerca de 10 mil médicos de establecimientos privados.
"Se van a derivar aquellos pacientes menos graves para que sean atendidos en la red de prestadores de Fonasa, es decir, médicos de libre elección que están trabajando en Fonasa a lo largo de todo Chile. Son más de 10 mil los profesionales que se han acercado, muchos de ellos con gusto y con posibilidades para cumplir con este hecho", dijo Uriarte.
Castillo y el director de Fonasa llegaron hasta la Urgencia del Hospital Del Salvador para explicar a los usuarios del grupo A de Fonasa cómo funciona el beneficio.
El documento está dirigido a niños de hasta 15 años y adultos mayores de 65, inscritos en el tramo de Fonasa A y que no realizan cotizaciones. Hasta ahora, estos usuarios sólo podían atenderse en hospitales y consultorios sin posibilidad de comprar bonos fuera del sistema público de salud.
El subsecretario de Redes asistenciales explicó que los pacientes recibirán un documento, entregado en el servicio de urgencia hospitalario al que acudieron buscando atención, que les permitirá atenderse con un médico particular inscrito en la Libre Elección de Fonasa. "Este programa excepcional forma parte de una serie de medidas de la Campaña de Invierno y se extenderá entre el 15 de junio y el 31 de julio, periodo de alta demanda asistencial debido a la circulación de virus, contaminación y frío", dijo.
El bono es para aquellos pacientes con cuadros respiratorios menos complejos que puedan ser atendidos en una consulta médica. Ello será determinado tras una evaluación médica que se realizará en las Unidades Selectoras de Demanda o en los Servicios de Atención Diferida de Urgencia para los hospitales que las tienen instaladas. Si en la categorización del paciente se constata que se trata de un cuadro leve o las esperas proyectadas superan las dos horas, la persona será derivada a la consulta privada con un bono para consulta.
"El objetivo de este mecanismo es agilizar la atención de las personas más vulnerables en términos económicos pero que no tienen las condiciones de gravedad que justifiquen una larga espera en los servicios de urgencia hospitalarios. Estamos haciendo un esfuerzo para descomprimir los servicios de urgencia y centrar nuestros esfuerzos en las condiciones más graves", manifestó Castillo
El bono, que se entrega por una vez y que tiene una duración de una semana, incluye el nombre del prestador privado donde deberá ser cobrado. El usuario podrá ir a la consulta de este prestador en horario hábil y si en la consulta se le indica al paciente exámenes o radiografías, deberán ser solicitados en el hospital que los derivó. En cuanto a los remedios que se les receten, deberán formar parte del arsenal farmacológico público y se retirarán también en el hospital. En caso de controles, van a cuenta de la primera consulta y si un paciente va a mostrar exámenes, éste es sin costo.