Hace rato que el Este le pertenece casi en exclusiva a los Cavaliers de LeBron James. Los actuales campeones de la NBA dominan sin contrapeso en esa Conferencia, que es mucho menos competitiva que la del Oeste. Este año, sin embargo, una franquicia se atreve a discutirle esa soberanía a Cleveland: se trata de Washington Wizards, el equipo que acumula el mejor registro de victorias en lo que va de este año (25-8).

En medio del récord de triples-dobles en una temporada de Russell Westbrook (32, marca que no se obtenía en 55 años y que igualó al base con Wilt Chamberlain como el segundo mejor de la historia en este ítem) y con la lesión de Kevin Durant en boca de todos (sufre un esguince de rodilla que lo tendrá casi un mes fuera de actividad), los magos son el equipo del momento en la NBA. Después de una racha negativa al inicio, a partir de diciembre los capitalinos despertaron.

Gran factor de ese crecimiento es su armador estrella, John Wall. A sus 26 años, el oriundo de Carolina del Norte está en sus días más dulces como profesional. Promedia 23,1 puntos, 10,8 asistencias y 2 robos. En las dos últimas categorías es el segundo mejor de la liga. Sin embargo, es insuperable en un apartado que no se considera en las estadísticas: la velocidad. Wall es capaz de correr desde un aro al otro en 3,14 segundos. Y en su estilo, poco modesto, lo reconoce. "El jugador más rápido de la liga soy yo. Hay un par que podrían serlo. Westbrook está ahí. Derrick Rose también, cuando está sano. Mike Conley es realmente rápido. Ty Lawson, también. Pero el primero de todos soy yo".

Para que los Wizards sumaran su candidatura al anillo, fue clave el trabajo del entrenador Scott Brooks (ex Thunder), quien refundó a un conjunto lleno de talento y de egos. Wall siempre ha chocado con la otra figura del equipo, Bradley Beal, debido a que el escolta gana más dinero que él (US$ 128 millones en cinco años). Un tema que ambos han reconocido. "Pero debemos dejar eso fuera de la cancha, para enfocarnos sólo en ganar", dijo Wall.

El ala-pivote Otto Porter y el centro polaco Marcin Gortat son las otras piezas clave de Washington, cuyo gran problema es la falta de profundidad en la banca, pues es la segunda peor en aporte de puntos de la NBA. La contratación del base Brandon Jennings (ex New York) apunta a combatir esa debilidad del cuadro que hoy está sólo a dos victorias de destronar a los Cavaliers en la Conferencia Este.

Westbrook es el jugador del torneo, posiblemente el MVP, pero la escuadra más encendida es Washington Wizards. Ojo con los magos, que pueden seguir dando sorpresas.