Un nuevo programa extraordinario de subsidios, que busca aumentar los proyectos inmobiliarios privados que dispongan de viviendas sociales, dio a conocer ayer el Ministerio de Vivienda.
El plan pretende construir 30 mil casas entre 2015 y 2016, y dispone de US$ 800 millones de inversión. Contempla beneficios para sectores vulnerables entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos, cuyas viviendas cuesten hasta 900 UF (cerca de $ 22 millones), y para la clase media, con un tope de hasta 2.000 UF ($ 50 millones). En el resto del país, el límite sube a 1.000 UF y 2.200 UF, respectivamente.
A este programa también podrán postular quienes ya tienen un subsidio, pero no un proyecto ejecutado. Estos casos, superan los 30 mil en el país.
"Cada proyecto que se desarrolle debe tener al menos un 20% de familias vulnerables y hasta un máximo de 40% en comunas de más 40 mil habitantes", detalló la ministra del ramo, Paulina Saball. La secretaria de Estado agregó que estos desarrollos deben estar "bien localizados, cercanos a servicios y con estándares de calidad en el diseño, equipamiento y áreas verdes".
Para incentivar a los privados, el programa contempla un préstamo de 200 UF por vivienda que entregará directamente el ministerio a las empresas inmobiliarias.
La medida, que se enmarca dentro del plan de reactivación de la economía impulsado por gobierno, contempla también beneficios para las familias, como la ampliación del seguro de cesantía durante todo el período del crédito y un bono de descuento, de entre el 10% y el 20% del valor del dividendo, beneficio válido durante todos los meses en que las familias cancelen su deuda el día que correponde.
El presidente (s) de la Cámara Chilena de la Construcción, Sergio Torreti, valoró el anuncio y dijo que "esta iniciativa permitirá crear 45 mil nuevos puestos de trabajos directos y otros 45 mil trabajos indirectos".
A su vez, el ex subsecretario de Vivienda, Francisco Irarrázaval advirtió que "es importante que este programa se focalice en financiar la demanda, entregando subsidios a las personas y no a las constructoras". La ex autoridad recordó que "en 2009 se intentó hacer algo similar para reactivar la economía y se les entregaron 500 UF por vivienda a las empresas. Al final quienes terminaron comprando fueron sectores de clase media y alta. Aquí se debe asegurar que sean las clases vulnerables quienes accedan a las viviendas".