La empresa Mitsubishi Motors Automotriz (MMC), ensambladora de las marcas Mitsubishi, Hyundai y Fuso, suspendió hoy sus operaciones en Venezuela por la baja productividad de su planta situada en la ciudad de Barcelona.
La empresa informó, en un comunicado publicado en la prensa, que "al bajísimo rendimiento de nuestra operación se suma el alto nivel de ausentismo, indisciplina, agresividad y anarquía que impera en un grupo de trabajadores".
Además, indica que supuestamente hubo "actos intencionales de sabotaje e intimidación dentro de un marco de impunidad".
La nota no aporta más datos sobre ese grupo, pero dice que su actitud "pone en riesgo a la gran mayoría que rechaza ese comportamiento".
También dice que el rendimiento actual de esa planta no solo es el más bajo de los últimos cinco años sino el peor de todas las plantas ensambladoras de las diferentes marcas asentadas en Venezuela.
La empresa reflejó esa caída de la productividad en un gráfico en el que se observa que mientras en 2004 sacaba al mercado 24 vehículos por trabajador, en julio de 2009 esa cifra apenas llega a dos.
La nota recuerda que esta situación se presenta después de la crisis sufrida a principios de año, cuando el asesinato de dos de sus trabajadores llevó a una toma de las instalaciones por más de 120 días.
Superado ese problema, la planta reanudó actividades el 13 de abril con el compromiso de los sindicatos de producir al menos 60 unidades diarias, pero, según la nota, sólo se ha llegado a 33.
El comunicado explica que la suspensión de actividades tiene por objetivo establecer "condiciones básicas que garanticen la seguridad de sus trabajadores y empleados en un ambiente de disciplina y paz laboral", así como alcanzar "niveles óptimos de productividad y rentabilidad".
La empresa cuenta con una nómina de 1.412 trabajadores distribuidos en dos turnos.