El ex general serbobosnio Ratko Mladic (69) y presunto criminal de guerra, detenido desde el 31 de mayo en la cárcel de Scheveningen, fue trasladado este martes del hospital de la cárcel del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia (TPIY), a una celda común, según informaron  fuentes de La Haya.

Según esta misma fuente citada por la agencia Reuters, Mladic no ha tenido, aún, contacto con otros detenidos, que incluyen a su ex aliado político, el presidente serbobosnio en tiempo de guerra, Radovan Karadzic.

Tras 16 años prófugo, Mladic fue acusado formalmente de genocidio por la masacre de Srebrenica de 8.000 hombres y niños musulmanes en 1995 y por el sitio durante 43 meses de Sarajevo, durante la guerra en Bosnia.

Mladic señaló a la corte que era un hombre gravemente enfermo. Argumento que sus abogados utilizaron para evitar su extradición.

SUICIDIO

Ayer el ex general dijo que fue un error no suicidarse y amenazó con huelga de hambre. Pide que se le permita ver a su familia, recibir tratamiento médico adecuado y dinero para pagar a sus abogados, según un diario serbio.

"Fue un error no haberme matado. Ahora que estoy aquí en la cárcel deben responder mis  requerimientos y procurarme cuanto antes una adecuada asistencia  médica, permitir la visita de mis familiares y conseguirme el  dinero necesario para pagar a mis abogados. En caso contrario no tomaré más alimento ni  medicamentos", dijo Mladic, citado ayer el periódico Blic.

A su vez, el hijo de Ratko Mladic, Darko, cobró los pagos  atrasados desde 2005 de la pensión de su padre, detenido el 26  de mayo tras 16 años de fuga. También Darko retirará los próximos cheques de la pensión de  Mladic, equivalente a unos US$ 1.700 mensuales, como alto general del ejército yugoslavo.