Con tres metros de altura, dos toneladas de peso y a cinco meses de haber zarpado desde el puerto de Valparaíso, el moai donado por Chile a Japón tuvo un concurrido estreno en tierras niponas. Más de 44 mil personas visitaron entre el 20 y 28 de marzo pasado en Tokio la principal atracción de la muestra "Moai: living for the future", organizada por empresarios chilenos y japoneses. Se expuso en el Marunouchi de la Mitsubishi, uno de los principales edificios en el distrito financiero de la capital japonesa.
La muestra incluye además colecciones de esculturas y fotografías de Isla de Pascua, la historia de cooperación entre ambos países y la venta de productos chilenos, cuya recaudación irá en beneficio de la reconstrucción del poblado de Minamisanriku. Este fue destruido por el tsunami de marzo 2011 y será hogar del moai a partir del 25 de mayo, cuando se entregue a esa comunidad como regalo del pueblo chileno a Japón.
Previo a esta entrega, la figura continuará en gira. Entre el 2 y el 9 de mayo, esta vez los habitantes de Osaka, la tercera ciudad más importante de Japón, conocerán la réplica que se exhibirá en el rascacielos Grand Front Osaka. La idea es dar a conocer el moai y su historia para que las personas de las grandes urbes viajen en el futuro a Minamisanriku, cuando el moai ya esté instalado, y así potenciar el turismo en la zona.
La escultura se construyó gracias a la iniciativa del Comité Esperanza, grupo de empresas chilenas que se unieron para ir en ayuda del pueblo japonés luego del terremoto de marzo 2011. El comité gestionó la fabricación y traslado de la escultura hacia ese país para reponer el moai que existía desde 1991 en la plaza de Minamisanriku y que fue arrasado por el tsunami del 2011. "Con esta iniciativa queremos agradecer al pueblo japonés la permanente ayuda que nos ha brindado como país en las diferentes catástrofes naturales que nos han afectado", señaló Roberto de Andraca, presidente del Comité Esperanza.
Como parte de este proyecto de recuperación de la plaza, el Comité Esperanza auspicia un programa de becas para tres alumnos y un profesor para visitar Chile durante tres semanas. El primer grupo ya estuvo en marzo en Isla de Pascua, iniciativa que se repetirá cada año hasta el 2015. Además, se elaborarán videos con el proceso de construcción del moai y la historia compartida de terremotos y tsunamis.
CULTURA PASCUENSE
Minamisanriku es conocida en Japón como el pueblo de los moais. Inspirados en un mensaje de amistad que Chile envió en 1990 para conmemorar 30 años del terremoto de Valdivia, la comunidad de esa ciudad encargó a un escultor chileno la tarea de crear un moai, que se convirtió en símbolo de amistad entre ambos países. La localidad japonesa fue la más dañada por la ola de 6,1 metros originada por el terremoto chileno y que llegó a las costas de Minamisanriku 22 horas después, provocando graves daños y la pérdidas de 41 vidas.
Los estudiantes han promovido la figura del moai como símbolo de unión entre ambos países, y en colaboración con el comercio establecido han elaborado diseños con moais personificando oficios locales. "Gracias a la iniciativa de obsequiar un nuevo moai, los lazos entre la cultura de Isla de Pascua serán aún más fuertes", señaló el embajador de Japón en Chile, Hidenori Murakami.
A la espera del moai, la comunidad de Minamisanriku mantiene en la escuela del pueblo la cabeza del antiguo moai. Esta pieza fue lo único que se logró recuperar luego del tsunami. No corrió la misma suerte la estatua de un cóndor que acompañaba al antiguo moai en la plaza Chile del pueblo. El regalo del gobierno chileno, y cuya base era de piedra granito de la cordillera de los Andes, no pudo ser recuperado después del desastre.