La expansión y la internacionalización bajo un único sello de identidad, el de "moda de España", son los principales retos futuros que ha de afrontar este sector, que en dicho país ocupa a 122.000 personas y factura más de 5.200 millones de euros anuales.
Así se puso hoy de manifiesto en el II Encuentro Yo Dona con la Moda Internacional: "Nuevos modelos, nuevas oportunidades", que fue inaugurado por la ministra de Cultura, Angeles González-Sinde, y en el que diseñadores y representantes empresariales y políticos debatieron sobre el futuro de esta industria.
La ministra calificó de "rotundos" los números de la moda española, un sector "potente, dinamizador y líder" cuyo reto "está en la expansión" y en "redoblar su contribución al crecimiento económico de nuestro país y en la generación de empleo".
También apeló a la "ambición" como clave para este año "con vistas a posicionarse internacionalmente", y ha resaltado que la moda española "es considerada como un sector estratégico económico y cultural", de ahí que cuente con un amplio respaldo internacional.
MODA ESPAÑOLA
Entre las principales fortalezas de la moda española, González-Sinde resaltó su "prestigio global, creadores de vanguardia y emprendedores de primer nivel", así como sus "organizaciones ágiles y modernas, grandes empresas sólidamente asentadas, trabajadores bien formados y potente nivel de desarrollo tecnológico".
Por su parte el diseñador y presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España, Modesto Lomba (de la firma Devota & Lomba), precisó que "una cosa es la moda y otra es el diseño".
"Al diseño nos está afectando la crisis sicológica, que está produciendo un retraimiento del consumo", explicó.
A la vez, esa crisis hace que desde el punto de vista creativo los diseñadores y la propia industria se "retraigan más" y arriesguen menos.
"Hay menos atrevimiento en el color y las propuestas, todos vamos más moderados y eso incluye tirar hacia la austeridad, por ello encontramos más grises, colores más austeros y conservadores", manifestó Lomba, quien considera que la situación mejorará cuando los medios de comunicación "dejen de entender que la crisis es una noticia de portada", lo que contribuirá a reactivar el consumo.