Desde hace varios años la psicología sólo estuvo enfocada en lo que funcionaba mal en las personas y en factores relacionados al dolor y la desadaptación humana. Por más de 100 años quedó fuera de la ciencia psicológica aquello que aportaba bienestar y permitía el florecimiento del potencial personal. Sin embargo, varios investigadores han hecho grandes contribuciones a lo que actualmente se conoce como Psicología Positiva.
Los psicólogos Martin Seligman y Barbara Fredrickson se han abocado a comprender bajo qué condiciones las personas logran altos grados de felicidad y un mejoramiento significativo de su calidad de vida. Si bien el foco ha estado puesto en el bienestar individual, sus planteamientos son perfectamente aplicables al comportamiento humano en las organizaciones.
Luego de varios estudios, Seligman llegó a la conclusión de que para lograr ese bienestar emocional se deben tomar en cuenta cinco factores clave, plasmados en el modelo conocido como Perma (Positivity, Engagement, Relationship, Meaningful, Accomplishment), por sus siglas en ingles.
1. Positividad: Estas emociones se "cultivan", en el sentido de que necesitamos ejecutar acciones específicas para poder experimentarlas. Se rompe la creencia tan arraigada de que la emoción predispone a la acción, como causalidad lineal. También ocurre a la inversa; la acción genera emociones. En las organizaciones es fundamental diseñar acciones concretas que contribuyan a construir confianza y vínculos, como interesarse por el otro más allá de su rol laboral, ofrecer ayuda, agradecer, reconocer la acción positiva del otro, celebrar los logros, pensar en los errores como oportunidades para aprender y no como fuente de sanción y ver la intención positiva de los otros en lugar de asumir la voluntad de crear un problema.
2. Compromiso: Se refiere a la capacidad de permanecer atento con la actividad que se está ejecutando aquí y ahora. Tradicionalmente hacemos lo contrario, mientras estamos en una acción nuestra mente divaga en cualquier otro asunto menos en lo que se está ejecutando. Con ello, nos desgastamos el doble energéticamente, cometemos errores y probablemente comprometemos la calidad de nuestro trabajo.
Es importante vivir el presente, disfrutarlo y poner toda nuestra voluntad en hacer cualquier cosa que estemos realizando, con el mayor compromiso posible. En el trabajo, esto implica hacer cualquier actividad practicando el involucramiento pleno y la conexión con la impecabilidad en el quehacer.
3. Relaciones: Los seres humanos nos constituimos como tales en la relación con otros. Nuestra condición biológica y psicológica está cruzada por la interacción y vínculos con los demás. Ello ocurre no sólo por nuestra dependencia hacia otros para satisfacer necesidades biológicas y afectivas, sino porque lo que hacemos adquiere sentido en la medida que lo podemos poner al servicio de alguien. De ahí que la cantidad y calidad de las relaciones que establezcamos con los demás resulte tan esencial para generar bienestar. Marcial Losada, destacado psicólogo chileno, asegura que de las relaciones surgen las redes de apoyo, los aportes insospechados, la posibilidad de ver lo que nuestros ojos no pueden y, también, la sensación de contar con una red que nos contiene en caso de caer. Esa red se construye desde nuestra propia acción y para ello es clave interesarnos genuinamente por los demás, escucharlos con disposición a aprender y pedir y ofrecer ayuda.
4. Significado: No sólo se remite a hallar una actividad o profesión que nos llene el alma, sino también incluir el descubrimiento de las condiciones o ingredientes que necesitamos poner en lo que hacemos para que nos parezca significativo. Es como alguien que comentaba en el trabajo que su significado más importante no lo encontraba en lo que hacía, sino con quién, al punto que estaba dispuesto a elegir un proyecto profesional menos atractivo, en la medida que implicara realizarlo con un equipo de personas del cual pudiera aprender y relacionarse desde la confianza. Este ejemplo es una buena pista de que el sentido más profundo podemos encontrarlo en asuntos relacionados con el ser más que con el hacer.
5. Logro: El modelo Perma propone no sólo ver lo logrado, sino "saborearlo". Implica repasar cada detalle de lo alcanzado, revisar cada una de sus aristas, visualizar con plena nitidez qué lo hizo posible y conectar con la gratitud hacia otros. Muchas veces, atraídos o incluso obsesionados por la meta siguiente, dejamos de disfrutar de las metas alcanzadas. Con ello corremos el riesgo de entrar en una vorágine del hacer por hacer, perdiendo de vista el para qué.
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¿Cómo trabajar la confianza desde la perspectiva de los vínculos que establecemos?
Habitualmente la confianza, pilar fundamental para la construcción de vínculos y relaciones sanas y duraderas, está asociada a múltiples interpretaciones, creencias y supuestos. Sin embargo, existen algunas acciones concretas que nos ayudan a trabajar la confianza desde la perspectiva de los vínculos que establecemos.
Por ejemplo, considerando que la confianza surge de un juicio que hacemos del otro, resulta fundamental el que podamos identificar las afirmaciones que fundan dichos juicios. De esta forma, si decimos de alguien que es irresponsable, cuidadoso, bueno, malo, sincero o hipócrita, tenemos que identificar las conductas concretas que el otro desplegó.
Pedir perdón cuando nos hemos equivocado y comprometernos a resarcir el mal causado es otra forma poderosa de restituir y cuidar la confianza. Por su parte, la capacidad de perdonar también es clave para avanzar hacia la restitución y fortalecimiento de la confianza entre las personas.
Lo mismo ocurre con el cumplimiento de los compromisos establecidos, pero si por alguna circunstancia caemos en un incumplimiento, jamás debiésemos dejar de informarlo a quien espera una respuesta. Con esto, el otro podrá tomar alternativas de acción que le brinden la posibilidad de sobreponerse a nuestro incumplimiento. Ayudarlo activamente a encontrar soluciones forma parte de los recursos posibles para mantener una confianza sólida con el otro. Por último, agradecer permanentemente todo aquello que recibimos a partir de las acciones de los demás es una forma poderosa de ganar solidez y cercanía en los vínculos. Se trata de una de las mejores prácticas a la hora de querer tejer vínculos basados en el amor, la confianza y la solidez.