Luka Modric, en un arranque de magia y genialidad, dio tres puntos a Croacia gracias a un tanto espectacular que acabó con Turquía (0-1) y encumbró a un jugador mayúsculo que comenzó la Eurocopa con una exhibición con la que derrotó al conjunto otomano.

Modric, solo Modric, fue capaz de desatascar un encuentro que hasta su golazo, en el minuto 41, estaba muy apagado, sin casi ocasiones para ninguna de las dos selecciones, ambas prácticamente sin ideas a lo largo del primer acto.

El jugador del Real Madrid también estaba casi fuera de combate, sin apenas relevancia en el juego. Aunque no tocó la pelota en los primeros 45 minutos todo lo que debería, siempre lo hizo bien. Y, en muchas ocasiones, acabó en el suelo por las faltas turcas. Así intentaron anularlo.

Hasta que se paró el tiempo con su volea en el minuto 41, sólo Mario Mandzukic y Milan Badelj, con dos disparos inocentes, consiguieron disparar entre los tres palos de la portería de Volkan Babacan, que no tuvo problemas para detener la inocencia balcánica. Después, Babacan salvó un remate de Marcelo Brozovic y a partir de ahí,el choque sufrió constantes interrupciones hasta el final.

Croacia supo aguantar su ventaja y Turquía acabó perdiendo por culpa de Luka Modric, que quiere hacer algo grande con su selección en esta Eurocopa para repetir la gesta de la Croacia de Suker, que fue tercera en el Mundial de 1998. De momento, va por buen camino.