El director británico Ridley Scott dice que nunca prestó atención a la clase de Religión cuando era estudiante. De Moisés, hasta hace poco, no sabía demasiado. "Conocía los elementos básicos de la historia: el niño que rescatan del río, quien guió después a los judíos para que se fueran de Egipto", contó en una entrevista. "No sabía nada más que eso", asegura.
Fue el productor Peter Chermin quien puso a Moisés en el radar creativo de Scott, tras enviarle el guión de Exodo: dioses y reyes. Con 77 años, Scott se sintió cautivado por las facetas desconocidas del personaje, como su pasado militar, y aceptó el proyecto. También lo convencieron los set que podría construir; quería recrear la arquitectura egipcia, hacer algo de proporciones monumentales: construir sus propias pirámides.
Se propuso humanizar al personaje, quitarle el cariz divino a la historia. Para ello encargó al guionista Steve Zaillian (La lista de Schindler) trabajar el texto original, confiando en que su ateísmo y mirada crítica le darían al relato el tono esperado. La película, que toma la opción de explicar los milagros como fenómenos naturales, como las 10 plagas arrojadas sobre Egipto y la separación de las aguas del Mar Rojo, muestra a un Moisés despojado de cualquier poder especial y sin fe, quien, a pesar de tener visiones presumiblemente divinas, se resiste a creer.
La cinta costó 150 millones de dólares y ha llamado la atención por sus efectos especiales y espectaculares secuencias de combate, que emparentan a la producción con trabajos anteriores de Scott, como Gladiador. Moisés, interpretado por el ganador del Oscar Christian Bale, parece mucho más próximo a la imagen de un guerrero o un líder rebelde que a la de un profeta bíblico.
Exodo: dioses y reyes se estrena el jueves en Chile. Su debut en EE.UU. y Canadá relegó a la exitosa saga Los juegos del hambre a un segundo puesto en la taquilla: recaudó 24,5 millones de dólares en su primer fin de semana en cartelera. El filme se suma a Noé de Darren Aronofsky e Hijo de Dios, las películas de inspiración bíblica que este año llegaron a salas.
Coprotagonizada por Joel Edgerton y con un elenco que incluye al actor Aaron Paul (Breaking Bad), Sigourney Weaver y Ben Kingsley, esta nueva versión sobre el éxodo hebreo comienza cuando Moisés es rescatado de las aguas del Nilo y es adoptado por la hija del faraón, tras la orden de su padre de acabar con todos los niños recién nacidos del pueblo judío. Criado como príncipe, Moisés se convierte en un respetado líder militar. Sin embargo, tras conocerse su origen hebreo es exiliado de Egipto.
Años más tarde Dios, a través de un niño mensajero llamado Malak, lo insta a volver a Menfis para liberar a los esclavos israelitas. Echando mano a sus técnicas de combate y conocimiento militar, prepara al pueblo para su emancipación. No obstante, la ira de Dios se desata y envía sus 10 plagas sobre Egipto. Moisés guía a los judíos en su liberación, cruza el desierto de Sinaí, divide las aguas del Mar Rojo y los guía a Canaan, la tierra prometida que él no logrará conocer.
Filmada en los estudios Pinewood de Londres -donde se construyeron las espectaculares réplicas del Palacio Real de Menfis- y en paisajes de Almería e Islas Canarias, Exodo: dioses y reyes es la última actualización del relato bíblico en el cine. La más conocida es Los diez mandamientos de 1956, dirigida por Cecil B. DeMille, cuyo Moisés, interpretado por Charlton Heston, perdura hasta el día de hoy. "No intento competir con Charlton Heston", ha dicho Christian Bale. "En nuestro caso quisimos que fuera un ser humano excepcional, que consigue superar las tentaciones que nos rodean a todos. Alguien que no tiene el poder de saber que se convertirá en un profeta, que va a tener éxito. Quisimos hacer una película donde no hubiera esa seguridad", añadió.
La cinta generó controversia aun antes de su estreno porque los protagonistas son actores occidentales. Scott respondió: "No puedo dirigirme a los productores y decirles: vamos a filmar esta película de 150 millones de dólares con Mohamed no-sé-cuánto. Nunca la hubieran financiado, no hubiese habido película".
El filme ha cosechado opiniones dispares. Mientras algunos alaban su puesta en escena y sofisticados efectos, otros han criticado su adaptación. Para el diario El País, "lo que más sorprende de la película es sin duda su carácter político: la acentuación, más que nunca, de la mano de hierro de Dios". En tanto, El Mundo comentó que el filme "se pierde entre el ruido de los efectos especiales y abandona la profundidad del drama en las aguas del Mar Rojo". En cambio Variety afirmó que Exodo "es sin lugar a dudas fascinante, marcada por un esplendor visual sin restricciones que juega a favor de los puntos fuertes únicos de su creador."