A comienzos de los 90 Moldavia -uno de los países más pobres de Europa ubicado entre Rumania y Ucrania- declaró su independencia de Moscú, como tantas otras ex repúblicas soviéticas. Entonces inició un lento camino a la soberanía plena, pero de inmediato se encontró con una piedra en el camino: la región de Transnistria decidió separarse unilateralmente del territorio moldavo para seguir dentro de la órbita rusa, algo que se mantiene hasta hoy.
Así, Moldavia vivió hace rato la situación que este año sufrió Ucrania, con la anexión por parte de Rusia de la península de Crimea. Sin embargo, en el último año, Moldavia se ha transformado en escenario de la disputa entre Moscú y Occidente, al punto que es señalada como la "nueva Ucrania".
El domingo, Moldavia celebró elecciones legislativas, un hecho clave que definirá el futuro del país. En un remezón interno, los tres partidos favorables a una integración con la Unión Europea resultaron ganadores con un 44% de los votos, frente a un 39% de los conglomerados políticos cercanos a Rusia.
De todos modos, el triunfo de los partidos pro Europa no esconde de ninguna manera la profunda división que hay en Moldavia respecto del camino a seguir. De hecho, el Partido Socialista -pro Moscú- fue el más votado, con el 21,4%, seguido del Liberal Democrático (pro Europa) con 19%y el Partido Comunista con 18%. Durante la campaña, los comunistas tuvieron una postura ambigua sobre la ruta que debería tomar el país.
Moldavia está dirigida por una coalición pro europea, que planteó las elecciones legislativas como una suerte de plebiscito sobre el rumbo político a seguir. Pero para obtener mayoría en el Congreso, los partidos que forman parte de esta alianza deberán pactar entre ellos y buscar pactos con otras fuerzas políticas.
Mientras el oficialismo quiere integrarse a Europa, comunistas y socialistas pretenden reforzar la cooperación con Rusia y anular los acuerdos con la Unión Europea firmados por el gobierno en julio pasado.
Estos acuerdos fueron ratificados por el Parlamento Europeo en noviembre, lo que generó la furia de Rusia, que prohibió la importación de frutas y carne proveniente de Moldavia.
"Juventud pro europea"
Ha sido el Partido Socialista el que ha agitado el fantasma de la "nueva Ucrania". En ese sentido, Moscú impuso en 2013 una prohibición a la importación de vino moldavo, que es uno de los productos estrella de la economía local.
Irina Bulat, una joven economista moldava, contó a La Tercera que "nuestra juventud más educada quiere un futuro europeo, con nuestro país siendo parte de la Unión Europea, para que las personas puedan tener una vida digna aquí y no verse obligados a abandonar su familia".
Entre los 3,5 millones que viven en Moldavia (sin incluir Transnistria), la mayoría son de origen rumano (78%), mientras que las minorías rusa y ucraniana suman en conjunto el 14% de la población.
"No me sorprendería si Rusia intenta proteger a los ciudadanos rusos que viven en la vecina Transnistria, reconociendo a este territorio como parte de Rusia. Así ellos pueden desestabilizar la situación en la región", plantea Bulat.
Según consignó la agencia alemana Dpa, de los 700 mil moldavos que viven en Rusia, sólo una parte de ellos pudo emitir su voto el domingo, ya que se dispusieron pocos centros de votación.
"Moldavia, al igual que Ucrania, se ha movido hacia una integración política y económica con la Unión Europea. Pero ha estado bajo una severa presión de Rusia para cambiar su curso", dijo ayer el diario The New York Times. Tras las elecciones, Moscú se quejó porque Patria, un partido prorruso, fue excluido a última hora de los comicios bajo la acusación de financiamiento ilegal.