El plantel de Colo Colo entrenaba de forma normal y tranquila ayer en el estadio Monumental cuando cerca de las 11.40 de la mañana llegó una visita inesperada.
Se trató de la plana mayor de Blanco y Negro, compuesta por Leonidas Vial, Andrés Vicuña, José Tomás Errázuriz y el presidente Carlos Tapia.
El principal bloque controlador de la concesionaria interrumpió la práctica que dirigía a esa hora el entrenador interino Hugo González y de inmediato causó expectación, ya que rara vez se hacen presentes en los entrenamientos.
Luego de unos 20 minutos de charla, los directores abandonaron el recinto. Incluso, Vial se dio tiempo para referirse a la nueva etapa que se viene en el "Cacique", luego del despido del argentino Omar Labruna, aunque no se refirió a las críticas del transandino.
"Están todos los jugadores muy tranquilos, con mucho ánimo. Vinimos a respaldar al plantel, ellos están con entusiasmo y esperamos que eso se traduzca en la cancha. Lo pasado, pasado está. La verdad es que estamos emprendiendo un nuevo proceso y trataremos de salir adelante lo mejor posible", declaró.
Por parte del plantel, Emiliano Vecchio comentó sobre la visita que "estuvieron dándonos el apoyo, explicándonos cuál era la situación y las razones de la decisión que tomaron. No es bueno que estén siempre y tampoco es bueno que no estén nunca".
Si bien la visita del principal bloque controlador fue agradecida, también hizo bastante ruido en la plantilla alba, acostumbrada a la ausencia de los máximos jerarcas del club.
Y es que hay temas pendientes entre los jugadores del equipo popular y la sociedad anónima, los que tienen que ver específicamente con los premios.
El último acuerdo regente entre el plantel y la dirigencia ya venció, debido a que fue firmado en enero de 2010 por quienes eran los capitanes en ese entonces, Arturo Sanhueza y Rodrigo Meléndez, los que ya no están en las filas del cuadro popular.
Este pacto tenía tres años de duración, por lo que los premios se deben repactar. Los jugadores han intentado acercarse a la dirigencia desde principios de año sin buenos resultados, lo que ha generado inquietud y molestia en parte del equipo.
Esto, porque ya van siete fechas y no está claro qué sucedería si el equipo comandado por González resulta campeón. Actualmente, los albos marchan en el décimo lugar, con 10 puntos, a seis de los punteros, Unión Española y O'Higgins.
La idea del plantel es solucionar el vacío existente cuanto antes para enfocarse de lleno en la lucha por el campeonato, para que así no existan factores de distracción en la interna que, por ahora, comienza a mejorar.
"La presión que tenía Omar era muy grande. En todo momento se hablaba de él, y tanto para él como para nosotros fue muy incómodo. Ahora, el ambiente está más tranquilo, más descomprimido, así que esperamos demostrar el fin de semana (mañana, ante Ñublense) que no estamos tan presionados como antes", confesó el "Gordo" Vecchio.