En Puerto Montt están molestos. El entusiasmo que genera el debut de Sebastián Abreu en el equipo salmonero supera con largueza el que habitualmente se producía en el resto de los encuentros del equipo de la Décima Región. En una cifra: hasta ayer, cuando se realizó el último conteo, se habían vendido dos mil quinientas entradas. Es decir, el equivalente al promedio de asistencia del club en las últimas temporadas. El ritmo no ha decaído pese al intenso temporal que cae en la ciudad sureña.
El problema radica en las limitaciones que pusieron las autoridades a los organizadores del encuentro. El aforo autorizado alcanza a los cinco mil espectadores. Es decir, la mitad de la capacidad del estadio Chinquihue. Una decisión que en Puerto Montt no comparten y que, aseguran, les afecta. "No se entiende. Acá nunca hubo problemas y la demanda de gente comprando o encargando entradas es muy alta. Además, en Temuco también hay un alto interés", se queja Hardy Knittel, directivo portomontino que tuvo un activo rol para la llegada del Loco.
Durante la semana, en Puerto Montt se han realizado diversas actividades para incentivar a los fanáticos. Se instalaron pantallas led para promocionar el encuentro, además de pintarse algunos colectivos y disponer de un vehículo que, a través de parlantes, promovió el partido.