Después de tres discos, una película, la fama televisiva, un cambio de nombre y casi una década viviendo en México, Mon Laferte se reencontró con Monserrat Bustamante. No la participante de la segunda temporada del programa Rojo, fama contrafama, aquella de las baladas pop, el pelo cobrizo y la rivalidad con Carolina Soto. Una de más atrás en el tiempo, la niña de la villa Gómez Carreño de Viña del Mar, que escuchaba folclor latinoamericano junto a su padre y acompañaba a su abuela Norma a bailar tango y boleros a Valparaíso.
Todo ese universo está presente en Mon Laferte Vol. 1, el álbum que la cantante lanzó de forma independiente en enero del año pasado, y con el que se alejó de las baladas rockeras de sus anteriores trabajos para abrazar el imaginario de los locales porteños: temas nostálgicos a ritmo de bolero y rancheras desgarradas con guitarra eléctrica, que la tienen convertida en una de las estrellas de la nueva escena pop mexicana, así como en la chilena más exitosa actualmente en la industria del país norteamericano.
"Este año ha sido increíble, me han pasado muchas cosas buenas que nunca imaginé", resume sobre sus últimos 17 meses, en los que su LP terminó por convertirse en Disco de Oro -tras ser relanzado por Universal- y comenzó a ser convocada a casi todos los festivales importantes de ese país. Hasta allí llegan cientos de jóvenes seguidores, los mismos que convirtieron al single Tu falta de querer en una suerte de himno generacional del desamor -con más de 19 millones de reproducciones en YouTube-, y que hace algunos días le entregaron dos estatuillas en los premios MTV Miaw, la meca de la audiencia millenial latina.
"Nunca me había ganado nada, esa fue la primera vez y se siente raro salir a recibirlo, no supe qué decir. Obviamente uno no hace música para ganarse premios, pero cuando llegan, uno agradece", agrega la cantante, que mientras trabaja en las canciones de su próximo álbum, se prepara para sumar dos nuevos hitos a su exitoso presente.
Uno de ellos será su primera gira por Estados Unidos, que comenzará el 10 de julio en Chicago y seguirá por ciudades como Houston, y Los Angeles. Dos meses después, el 30 de septiembre, la solista tendrá su encuentro más estelar a la fecha con su público mexicano, cerrando su tour con su debut en el emblemático Auditorio Nacional de la capital de ese país, recinto para 10 mil asistentes y que por esos mismos días recibirá a Ana Torroja y Laura Pausini.
En Chile
Grabado en su hogar en 2014, en un departamento a oscuras -a causa de un lío con la compañía eléctrica- y tras varias decepciones amorosas, Mon Laferte Vol. 1 asoma como el disco de la consolidación para la cantante de 33 años, quien luego de su última visita a Santiago, en mayo y ante un Cariola repleto, negocia su participación en festivales del segundo semestre.
No es el único evento que ha preguntado por Laferte. Su arrastre y buenas reseñas han hecho que los organizadores del Festival de Viña hayan puesto sus ojos en ella. "No me lo he planteado aún. Obviamente me encantaría ir alguna vez y con mi banda estamos listos para ir, el tema es si el público está listo para recibirnos", señala la artista, quien por estos días prepara su próximo disco. Un proyecto para el que incluso Alvaro Henríquez, uno de los chilenos más cercanos a la artista en México, ha declarado interés en participar.