La complicada tramitación de la ley corta de isapres en el parlamento vivió hoy una situación a lo menos llamativa, luego que el ministro de Salud, Jaime Mañalich, tuviera que salir a desmentir a su par de la Secretaría General de la Presidencia, Cristian Larroulet, quien había señalado que el proyecto se había caído por falta de consenso.

Un impasse que, en todo caso, minimizó el diputado RN Nicolás Monckeberg, miembro de la Comisión de Salud de la Cámara, para quien todo se trató de "un problema de comunicación. El ministro Larroulet rectificó sus dichos y lo concreto es que el proyecto va a seguir adelante y se votará a más tardar la tercera semana de abril, porque estamos convencidos de que es indispensable para impedir que se produzcan nuevas alzas en los planes de las isapres".

-Los diputados de oposición sostienen que el proyecto perdió vigencia tras la última alza. ¿Se equivocan?
-Están equivocados. Están siendo presos de un grado de ingenuidad brutal, que a veces uno desconfía que sea sólo ingenuidad.

-¿Por qué?
-Porque precisamente si esta ley no la aprobamos, le estamos consagrando a las isapres la libertad para que hagan estas alzas todas las veces que quieran y en cualquier momento del año. Y no sólo les estamos dando discrecionalidad para que suban los precios, sino que además les estamos permitiendo que puedan impedir que ciertos grupos de personas se afilien a una determinada isapre o plan.

-¿Por qué no pensar en una reforma más profunda como lo plantea la oposición?
-Muy simple, porque eso toma años. No sólo implica el financiamiento de la salud, sino también cambios profundos en la gestión de la salud pública y privada. De hecho, el Plan Auge, que es la última gran reforma que se ha hecho, demoró casi cuatro años en implementarse. Y es una irresponsabilidad esperar eso y, mientras tanto, dejar a las isapres con total discrecionalidad para que suban los planes en forma abusiva como acaban de anunciarlo. Es más lógico analizarlo en forma simultánea.

-¿Se oponen a dejar este proyecto enlazado a una ley más profunda, como propone la Concertación, dándole por ejemplo un carácter transitorio?
-No, no nos oponemos, pero me parece poco serio e innecesario ponerle una fecha límite a este proyecto, toda vez que en cualquier momento una reforma más profunda podría dejar sin efecto esta ley corta. Lo importante es cuanto antes, con urgencia, poder regular para que las isapres en el corto plazo, ahora y no en dos años más, no puedan subir los planes indiscriminadamente como lo están haciendo. No tiene ningún sentido ni lógica tomar la actitud de la Concertación.

Y, al respecto, ahondó en que "ellos gobernaron durante veinte años y nunca en ese periodo presentaron un proyecto de ley como al que hoy aspiran. Por el contrario, todas las iniciativas legales reguladoras de las isapres que presentaron eran precisamente para que existiera una tabla de riesgo y eso es lo que queremos corregir".

"La Concertación presentó una tabla mucho más perjudicial para los usuarios y tenemos que cambiarla. Aquí la Concertación está haciendo mucha demagogia, con la diferencia de que en esta oportunidad esa demagogia le cuesta cara a la clase media, que se ve expuesta a estas prácticas abusivas de algunas isapres que han subido sus planes hasta casi un 10%. Debemos ponerle coto a eso", sentenció el diputado.

-¿Y cree que tienen los votos para aprobar la ley?
-Sí, definitivamente sí.