Moneyball en Iquique
José Casas, director de los Dragones Celestes cuya única experiencia en el fútbol es su fanatismo, es el descubridor de la colonia de argentinos que se ha llevado al club a lo más alto. Casi como un hobby, sigue jugadores de la tercera división transandina, colecciona videos y estadísticas, los selecciona y los va a buscar.
El gerente general de los Athletics de Oakland, Billy Beane, no aguanta más. Su equipo acaba de caer ante los Yankees de Nueva York en la postemporada 2001. A eso, se le suma la partida de sus grandes figuras: Johnny Damon, Jason Giambi, y Jason Isringhausen. Beane, para intentar superar la limitación de su club, apuesta por contratar a Peter Brand, un joven economista con ideas radicales para mejorar la política de contratación. Pese a las dudas que generó su método de fichajes, luego que el equipo no tuviera buenos resultados en un comienzo, logró revertir la situación y conseguir resultados inesperados que lo convirtieron en un héroe del club.
La película Moneyball, que tiene como actor principal a Brad Pitt, se asemeja a la historia que actualmente marca a Iquique. En el norte, el cuadro que dirige Jaime Vera ha logrado convertirse en animador del Clausura y de la Copa Libertadores, con futbolistas que, al comienzo de temporada, nunca estuvieron en la carpeta de ningún elenco nacional.
Los refuerzos fueron captados de una manera bastante particular. La estrategia es poco usual. No hay un gerente deportivo viajando por diferentes zonas del país para negociar millonarios contratos ni tampoco funcionarios de las instituciones para amarrar jóvenes talentos. No es común ver a los representantes paseando por Cavancha, ofreciendo a los mejores futbolistas del certamen local. En el club, luego de la partida de Leonardo Mas, quien se desempeñaba como gerente deportivo, se tomó una decisión que alteró todos los planes: la directiva comenzaría a buscar y definir la llegada de los refuerzos.
El hombre clave en el exitoso proceso de contratación es José Casas, quien destaca por pertenecer a la mesa directiva de la institución. Es el responsable de la exitosa camada de desconocidos futbolistas argentinos que han llegado al club. Diego Bielkiewicz, Hernán Lopes, Diego Torres y Gonzalo Bustamante fueron propuestos en diferentes comisiones fútbol que se han realizado en el norte.
La forma de fichar es arriesgada. No hay programas que entreguen datos precisos de los futbolistas. El método es simple. Casas, luego de analizar videos por youtube y revisar estadísticas, propone nombres a la directiva. Luego de recibir el visto bueno, se realiza un seguimiento que va desde los seis meses hasta un año. "José Casas es el encargado de ver las divisiones menos competitivas del fútbol argentino, como la Primera B Nacional y el Torneo Federal A. Nosotros nos dividimos las tareas. Yo soy el encargado de buscar futbolistas en el medio chileno, y José en el fútbol transandino", explica Cesare Rossi, presidente de Iquique, en contacto con La Tercera.
Casas siempre ha sido fanático del fútbol argentino. Le apasiona. Cercanos al director, aseguran que desde pequeño ha invertido muchas horas en realizar un seguimiento a diferentes futbolistas de ese medio. "Casas ve TyCSports y los videos de youtube. Siempre le ha gustado el fútbol argentino. Él descubrió a Bielkiewicz (militaba en Defensores de Belgrano, en el Torneo Federal A). Le hizo un seguimiento y descubrió que hizo inferiores en Lanús con Hernán Lopes", revela Rossi. Las recomendaciones de Lopes fueron positivas, quien hasta entregó su número de teléfono para contactarlo.
El perfil al que apuntan los Dragones Celestes es el de jugadores que van desde los 23 hasta 27 años. No vienen a prueba, pero sí con contratos de bajo costo. En el club nortino apuestan por el deseo de los futbolistas de querer triunfar y mostrarse en un mercado que les parece atractivo. Iquique tiene un costo de planilla cercano a los $ 70 millones, muy lejos de los clubes grandes de Chile. "Cuando uno va a buscar jugador para que vistan la camiseta de Iquique, lo hace pensando en que se acomoden a la historia de la ciudad. Son futbolistas con ganas de surgir, que ojalá estén picados y se quieran mostrar. Nosotros tenemos una realidad distinta al resto del país. Somos un equipo que gasta bastante en traslado", dice Rossi quien, de paso, agrega que el aporte de las series menores ha sido clave en el proyecto: "Nos gusta que jueguen los de casa también", cierra el timonel.
En Iquique disfrutan su momento, tanto económico como deportivo. Aseguran que hacen la pega difícil, al descubrir talentos. No van por los futbolistas calados porque, según aseguran desde el norte, "muchas veces se vienen a puro achanchar". No hay plata, no hay scoutings, pero sí un tipo de camisa y corbata, fanático del fútbol que inventó su propia fórmular de cazar talento barato y muy escondido. Hasta ahora le ha funcionado perfecto, como a Billy Beane en Moneyball.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.