El monseñor Alejandro Goic, obispo de Rancagua y vicepresidente de la Conferencia Episcopal, se refirió esta mañana al caso de supuestos abusos deshonestos del obispo de Iquique, Marco Antonio Ordenes, contra uno de sus feligreses. "Me duele profundamente la sola posibilidad que se haya herido a personas inocentes, y me duele por el sufrimiento que, probablemente, tiene en su corazón Marco Antonio", comentó a Cooperativa.

"El dolor que sentimos es evidente", agregó, explicando que "nadie quiere ver sufrir a un hermano querido, así como nadie quiere ver sufrir a un joven".

En relación a la controversia que ha surgido en torno a posibles indemnizaciones económicas por parte de la Iglesia, Goic comentó que "en el futuro, la Iglesia acatará los fallos judiciales en el marco del Estado de Derecho", agregando que "la reparación de las víctimas no se agota solo en lo económico".

"Lo que han pedido, también, es ser reivindicados en su dignidad, que les digan en su cara una verdad negada por años, que se les reincorpore a una comunidad de la que fueron marginados", explicó, "el acompañamiento espiritual y sicológico también es parte de una debida reparación".

PREOCUPACION DEL PAPA
El obispo Goic también se refirió a la preocupación del Papa Benedicto XVI, asegurando que "es normal que la máxima autoridad de la Iglesia Católica, que tuvo que tomar la decisión de tomar la renuncia del monseñor Marco Antonio, sufra, porque cualquier situación de abuso de un sacerdote es dolorosa, para la iglesia y para el Papa".

"Me consta como ama a Chile y como recuerda su estancia en Chile, antes de ser Papa, como cardenal", agregó.