Monte Carlo, uno de los distritos más famosos del principado de Mónaco, es sinónimo de gente con mucho dinero, autos espectaculares, joyerías y lujo en cada rincón, por lo que se convierte en el "País de las Maravillas", el glamour, la fama y el juego para todo aquel que desea visitarlo.
Yates de lujo en el puerto, un horizonte plagado de edificios, calles con tiendas de lujo, el premio de Fórmula 1 y una familia real con poca suerte y mucha tragedia y escándalo, le han creado la fama y por ende atraen más turistas cada año.
Monte Carlo fue fundada en 1886 y se llamó así en honor al príncipe de entonces, Carlos III de Mónaco. En aquella época Mónaco tenía problemas contables, al perder ciudades que proporcionaban buenos ingresos, así que el príncipe dio permiso para abrir una zona de balneario y casino, al estilo alemán como lo eran Baden Baden o Humborg.
QUE VEN LOS TURISTAS
Casino de Monte Carlo: Uno de los más glamourosos del mundo, donde el traje de etiqueta es obligatorio aunque sólo se sea para dar una vuelta.
Palais du Prince (Palacio del Príncipe): También conocido como el palacio de los Grimaldi, está situado en el centro de Mónaco-Ville, abre al público 15 habitaciones atrayendo mucha gente en el cambio de guardia diario.
Mónaco Ville: Así se llama a la parte más antigua de la ciudad, el barrio donde viven los Grimaldi. Una vieja ciudad fortificada, una de las pocas ciudades amuralladas que todavía permanecen, está situada sobre un espinado rocoso que se extiende hacia el Mar Mediterráneo, permitiendo estupendas vistas de la cuidad como del Mediterráneo. El antiguo nombre de Monaco-Ville era Monoecus.
Jardín Exotique: Posee muchas plantas y flores, en general subtropicales, reúne una de las mejores colecciones de cactus y plantas crasas de Europa. Dispuestas sobre un acantilado casi vertical, el jardín se recorre mediante un entramado de senderos, pasarelas y escaleras que llevan desde lo más alto hasta la parte más baja del jardín. Las plantas se empezaron a introducir a principios de siglo por encargo del príncipe Alberto I, pero el jardín abrió al público en 1933 añadiéndose la posibilidad de visitar, dentro del mismo recinto, la "Gruta del Observatorio" y el Museo de Antropología Prehistórica.
Museo Oceanográfico: Inaugurado en 1910 por el príncipe reformista de Mónaco, Alberto I. Este monumento arquitectónico tiene una fachada impresionante e imponente encima del mar a una altura de 85 metros. Se tardó 11 años en construirse, usando 100,000 toneladas de piedra procedente de La Turbie. El acuario en el subsuelo tiene 4 mil especies de animales marinos.
Catedral de Mónaco: También conocida como Catedral de San Nicolás, es donde muchos de los Grimaldi están enterrados, incluido los más queridos príncipes, Grace Kelly y más recientemente, Rainiero III. La catedral fue consagrada en 1875 y dedicada a San Nicolás.
El Distrito: Esta zona es hermosa en sí misma, con sus casas, edificios, calles comerciales, bares y restaurantes. Si no quiere caminar dando vueltas lo mejor es sumarse a los paseos a pie que ofrece la Oficina de Turismo de Mónaco o el viaje en trencito, el Azur Express Tourist, que recorre el centro y llega al Palacio con guías en varios idiomas.