"Hace dos días que le hablo. El no quería  jugar, pero lo obligué", confesó Vincenzo Montella, que debutó como DT de Roma con triunfo por 1-0 sobre Bologna en duelo  postergado, sobre el volante chileno David Pizarro.

Pizarro, que terminó siendo una de las figuras del partido, volvió a jugar después de mucho tiempo ausente por una dolencia en una rodilla por la que se sometió a un tratamiento en Chile que terminó convirtiéndose en eje de una polémica.

Esa decisión de Pizarro, se reconoce ahora, fue la que lo enfrentó con Claudio Ranieri, quien renunció a la conducción de la Roma tras la increíble derrota por 4-3 ante Genoa el domingo en un partido que su equipo ganaba por 3-0 en el campeonato.

A pesar de ese enfrentamiento, Ranieri anticipaba el regreso de Pizarro como titular ante Parma en la próxima fecha, pero Montella, que lo reemplazó en el cargo, decidió que el chileno  jugase hoy mismo ante Bologna, en un duelo postergado por nieve.

"Me hacía falta y desde que asumí le dije que no me importaba si tenía dos o tres entrenamientos solamente. En algunas ocasiones hay que jugar aunque no se esté al ciento por ciento. Finalmente, Pizarro aceptó mis razones y jugó", comentó el DT.