El presidente del mayor grupo alimentario del mundo, Nestle, Peter Brabeck, llamó a los políticos a hacer presión para terminar con el uso de alimentos en la producción de biocombustibles.
"Esto no significa que los biocombustibles deban ser eliminados completamente, sino que los productores deberían utilizar otros materiales orgánicos", dijo Brabeck en una entrevista con el periódico suizo SonntagsZeitung.
Con sus declaraciones el ejecutivo se suma a un creciente coro de políticos y científicos que piden reconsiderar la producción de biocombustibles.
"Nuestro problema es que casi la mitad de la producción de maíz de Estados Unidos y el 60% de la colza europea se utiliza en la producción de combustible", declaró.
La producción de biocombustibles presiona aún más los precios de los alimentos, que se han visto elevados por el cambio climático. "Los precios (de los alimentos) son cada vez más tendientes a cambiar y se correlacionan cada vez más con los precios del petróleo", agregó.
También pidió más transparencia en los mercados internacionales de materias primas.
Brabeck pronosticó que los precios de los insumos de Nestle para materias primas clave como la leche, el café y el cacao podrían caer en el segundo semestre del año. Sin embargo, si la situación de precios se mantiene tensa, la compañía sentiría un impacto en el mediano plazo, advirtió.
La compañía suiza posee marcas como café Nescafe, barras de chocolate KitKat y las sopas Maggi.