Cinco días se contabilizan desde el cierre del Casino Monticello al público, luego del fatal incidente en el que el veterinario Osvaldo Campos, cliente asiduo al lugar, diera muerte con una arma de fuego a dos trabajadores de la empresa e hiriera a otros cuatro, para posteriormente quitarse la vida.
Desde entonces, la empresa ha dejado de percibir ingresos brutos por un monto de $ 1.075 millones en este período, con pérdidas del rango de los $ 215 millones diarios en promedio, según se puede calcular a partir del último boletín estadístico de la industria, que publica la Superintendencia de Casinos. Y según fuentes cercanas al casino, no existen planes para reabrir el lugar durante esta semana, por lo que la merma en ingresos podrían acercarse a los $ 2 mil millones.
Al respecto, desde Sun Monticello señalaron que "casi un 40% de los ingresos no percibidos afectan al Fisco" en pagos correspondiente a IVA e impuestos de juego entregados a la municipalidad de San Francisco de Mostazal y al Gobierno Regional de O'Higgins. Y sobre cómo afectará esta merma a la empresa, indicaron que ésta "se encuentra en un momento de luto y profunda tristeza por la pérdidas de dos de nuestros compañeros de trabajo. Hoy el foco está en nuestros trabajadores y en las familias de los afectados".
Según el ex superintendente de Casinos y actual consultor de juegos, Francisco Leiva, "si bien este monto es importante, no creo que pueda poner en riesgo el funcionamiento de la empresa como tal. Vimos otros casos anteriormente, luego del terremoto de 2010, cuando algunos casinos quedaron con problemas estructurales y debieron cerrar por meses. Hoy estos siguen funcionando sin problemas".
Una vez que Sun Monticello vuelva a abrir sus puertas deberá dar curso a la disposición de la Subsecretaría del Interior que decretó a los casinos de juego como "entidades obligadas", por lo que tiene 60 días para implementar un grupo de guardias de seguridad armados y con estándares determinados por el OS-10 de Carabineros.
La empresa informó hace un par de días que, además, implementarán nuevas medidas de seguridad como 25 detectores de metales portátiles, 1.500 cámaras de seguridad, sistemas de grabaciones audio en las mesas de apuestas, botones de pánico en 10 zonas de juegos, y un sistema central de operación y vigilancia. Agregó que el casino seguirá cerrado "a la espera de que la autoridad constate y apruebe los procedimientos y la implementación de las nuevas medidas de seguridad".
Trabajadores
En conversación con LaTercera.com, el abogado de los trabajadores del Casino Monticello, Rodrigo Albornoz, señaló que si bien considera que los protocolos implementados por la empresa para la atención de los afectados ha sido el "correcto", entre los trabajadores hay un estado "de pánico por lo vivido y por lo que podría suceder". Además dijo que las medidas exigidas por la Subsecretaría del Interior son "acertadas pero tardías".
Asimismo, criticó las declaraciones del gerente general de la empresa, Manuel Rojas, quien señaló a radio Cooperativa que no "no hay un protocolo ni una medida que pudiera subsanar lo que nos pasó". Al respecto, Albornoz dijo que las declaraciones fueron "un error conceptual, no sólo por la capacidad económica de esta industria y el flujo de dinero, sino que el estándar de seguridad tiene que ser mucho mayor, ya que los riesgos le pertenecen a la empresa, no a los clientes ni trabajadores". Además, instó a que se dé urgencia al proyecto de ley que establece el registro de ludópatas, que actualmente está en el Parlamento.