La balacera protagonizada por el veterinario Osvaldo Campos, registrada el domingo pasado en el Casino Monticello, es uno de los incidentes de violencia que se han presentado en sus instalaciones. Según registros de la empresa, desde el 1 de enero de 2016 al 26 de mayo de este año ocurrieron 99 incidentes por actos violentos de clientes al interior del casino, provocando que trabajadores de Sun Monticello los echaran del lugar. De ellos, 63 corresponden a 2016 y 36 entre enero y abril de 2017.
Además, de acuerdo a las mismas cifras, de ese total de personas que protagonizaron estos incidentes, en 12 casos se detectó que los clientes portaban armas de fuego. De ellos, la mitad se registró el año pasado.
Así, con el objetivo de prevenir este tipo de situaciones y aumentar y resguardar la seguridad de sus trabajadores y clientes -y a solicitud del gobierno y la Superintendencia de Casinos-, la compañía informó ayer que instaló pórticos detectores de metales en los accesos a la salas de juegos, al igual que en las terrazas de juegos y en el salón Privé. Asimismo, señaló que el acceso al Gran Arena Monticello contará con guardias previstos de paletas portátiles detectoras de metales.
A ello se suma, dijeron desde la empresa, el aumento de cámaras y sistemas de alarmas interconectadas y cierres perimetrales.
Al respecto, el gerente general de Sun Monticello, Manuel Rojas, manifestó que "en este tiempo hemos capacitado a todo el equipo de seguridad para el correcto uso y manejo de estas nuevas herramientas de seguridad".
Añadió que "hemos mantenido el foco de atención en nuestros empleados, tanto en la contención como en el trabajo conjunto para definir e implementar estas nuevas medidas de seguridad. De esta manera se está cumpliendo con las exigencias de la autoridad y estamos trabajando para que todos nuestros anfitriones se sientan seguros y más tranquilos a la hora de retomar sus labores cuando vuelva a operar el casino".
Listado de autoexclusión
Minutos antes de comenzar a disparar al interior de la sala de juegos del Monticello, Osvaldo Campos había perdido $ 18 millones. Su caso, según la gerenta corporativa de Juego Responsable en Sun Dreams Latam, Mariella Huenchumilla, no estaba en el listado de clientes que se han autoexcluido de continuar practicando juegos de azar.
Agregó que esa nómina que maneja la empresa comenzó a funcionar en 2010 y desde entonces ya cuenta con cerca de 200 personas inscritas. En cuanto a los clientes que forman parte de este listado, señaló que "nosotros por ley no le podemos prohibir el ingreso a la sala de juegos a un ludópata". Sin embargo, señaló que "cada vez que una de estas personas ingresa a una sala de juegos nosotros le recordamos que está con un proceso de exclusión vigente y que tiene que retirarse de la sala. Si la persona se opone, no podemos hacer nada. Se debe firmar un papel en que dice que lo reconocimos".
En este sentido, explicó que si el cliente permite el normal funcionamiento en la sala de juegos, esta no puede ser retirada del lugar, problema que, dijo, no provocan las personas adictas al juego, debido a que "por lo general no son violentos".
Por lo mismo, hizo un llamado a que se modifique la normativa vigente para que los casinos puedan tener más facultades en esta materia para poder prohibir que los ludópatas ingresen.
Huenchumilla contó que es reiterativo observar a estas personas asistiendo a jugar con apoderados y que también hay quienes comienzan el proceso de autoexclusión "tras un episodio de juego alto y se dan cuenta de que realmente eso les pudo haber hecho mal dentro de su contexto familiar el gastar más dinero del que tenían y toman esta herramienta como algo preventivo".