La agencia de medición de riesgos Moody's rebajó hoy la calificación de la deuda senior y los depósitos de 30 bancos y cajas españoles, debido al menor peso que representan dentro del sistema financiero español, inmerso en una profunda reestructuración.

En una nota remitida hoy por Moody's, la agencia explica que esta decisión no ha afectado a las tres principales entidades financieras españolas, el Santander, el BBVA y La Caixa, que mantienen su ratio Aa2, aunque todas ellas con perspectiva negativa.

La rebaja se produce después de que Moody's decidiera empeorar también hace unos días la calificación de la deuda de España, el mismo día que el Banco de España daba a conocer las necesidades concretas de capital de las entidades financieras.

Según explica Moody's, la combinación de mayores presiones financieras sobre la deuda española, la debilidad de algunos bancos, la disminución del peso de muchas entidades pequeñas y regionales debido a la consolidación del sector y las perspectivas de menor apoyo de las entidades españolas en Europa son las razones que explican esta decisión.

En concreto, la agencia ha rebajado "uno o más escalones" la calificación de los depósitos a corto plazo y, en algunos casos, también de la deuda senior de 17 bancos.

También ha rebajado la calificación de la deuda subordinada de 19 bancos, así como la deuda subordinada junior en cuatro entidades, explica Moody's.

Las perspectivas de la deuda senior y los depósitos de la mayoría de los bancos siguen siendo negativos, igual que la perspectiva de la calificación de la deuda soberana y también las perspectivas del crédito, dado el "difícil entorno operativo en España", explica la agencia.

Según explica Moody's, las calificaciones de algunos bancos siguen siendo objeto de examen, debido a su participación en los procesos de saneamiento, que pueden afectar a su negocio crediticio.

Moody's concluye de esta forma la revisión de las calificaciones de entidades españolas anunciada el pasado 20 de diciembre por entender que la rebaja de la deuda soberana española podría afectar a buena parte del sistema financiero, al que ha recibido ayudas o tiene deuda avalada por el Estado.