La evolución que sigan los indicadores de las cuentas públicas, particularmente el déficit y la deuda, será un elemento esencial para determinar la clasificación crediticia de Chile, según Ariane Ortiz-Bollin, vicepresidenta asistente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody's.
En su presentación de este jueves en la Segunda Conferencia Anual de la agencia, la analista explicó que el factor clave para la nota soberana es el comportamiento esperado en los próximos dos a tres años del crecimiento económico, el déficit y la deuda.
"La tendencia de los indicadores va a ser más importante que el nivel", especialmente para la perspectiva de la nota, enfatizó Ortiz-Bollin, quien añadió que, actualmente, la trayectoria es negativa.
"En la medida que continúe esta desaceleración económica y este deterioro en las cuentas fiscales y en las de deuda, se va a seguir erosionando la fortaleza fiscal, que es uno de los pilares de la clasificación", sostuvo.
En esta línea, la experta advirtió que "si pensamos que este deterioro va a continuar, entonces va a tener un impacto en la clasificación".
De todas formas, Ortiz-Bollin subrayó que "si bien el deterioro ha sido marcado y sostenido, los indicadores importantes de deuda e intereses a ingresos siguen estando en línea con muchos de los países con los cuales comparamos a Chile".
De hecho, aunque el ratio de deuda habría saltado 17 puntos porcentuales en los últimos siete años hasta un proyectado 25% en 2017, dicha proporción se ubica por debajo de la mediana de 34% de los pares en la categoría Aa2-A1, como Francia y China.
Por su parte, el indicador de intereses a ingresos llegaría a 4%, levemente por encima de la mediana de 3,9%. La especialista destacó que, gracias a los fondos soberanos y a los otros activos financieros del Estado, la posición crediticia del país sigue siendo "bastante sólida".
En cuanto al crecimiento, Moody's prevé una recuperación gradual, con un alza de 1,9% este año y 2,5% el próximo.