"La reposición de la conectividad, limpieza y tratamiento de los flujos de los cauces implicará un trabajo de entre seis a ocho semanas como máximo. Y un monto de inversión no menor a $ 3.000 millones". Esa es la estimación de las labores de reparación e inversión que entregó a La Tercera el subsecretario de Obras Públicas, Sergio Galilea, quien este domingo monitoreó la Región de Atacama, donde se declaró "zona de catástrofe" a la provincia de Chañaral tras las lluvias y el desborde de cauces.
El decreto permite un despliegue más rápido en las comunas de Chañaral y Diego de Almagro, que son parte de la provincia antes mencionada, pero excluye a las de Alto del Carmen, Tierra Amarilla, Vallenar y Copiapó, donde también se registraron daños.
En las áreas afectadas durante la jornada se vio a vecinos tratando de despejar el barro que impregnó canaletas, calles, casas, locales comerciales e incluso hospitales. Personal del Ejército, voluntarios del Instituto Nacional de la Juventud (Injuv) y otras fundaciones también llegaron a las comunas afectadas para colaborar con esa misión.
Hasta este domingo en la tarde la Onemi reportaba, solo para la Región de Atacama, 920 albergados, 4.254 personas aisladas y 883 damnificadas. En total, entre esa zona y la de Coquimbo, el organismo de emergencia enumeraba dos fallecidos, 1.210 damnificados, 1.206 albergados, 6.876 clientes sin electricidad y 43.762 hogares sin agua.
Pese a que se recuperó gran parte de la conectividad, algunas vías terminaron con socavones o daños. "Hay cerca de 40 puntos que presentan dificultades. En todos ellos se puede transitar con precaución o tomar un camino alternativo. Hay conectividad", aseguró Galilea.
La autoridad de la cartera de Obras Públicas proyectó que algunos trabajos en las zonas de Chañaral y Copiapó pueden resolverse en 15 días. "Pero vamos a tener que seguir trabajando, sobre todo en limpieza de cauces, porque son trabajos lentos e importantes. Pero la conectividad y la limpieza, que son las dos tareas más urgentes, debieran estar resueltas a partir de 20 días", enfatizó Galilea.
El alcalde de Vallenar, Cristián Tapia, explicó que en la comuna que dirige hay 1.800 afectados. "Producto de la crecida del río Huasco, especialmente en la zona del casco céntrico de la ciudad, se formó un socavón, así que tuvimos que cerrar parte del camino y suspender el tránsito, ya que el asfalto quedó en el aire", explicó el edil, quien añadió que lo más complejo es que tienen a 54 personas que están aisladas en la Quebrada del Algarrobal. "Se va a llevar alimentos y agua con carabineros en helicópteros", añadió Tapia.
La autoridad municipal remarcó que la recuperación tardará: "En Vallenar, por lo menos, nos vamos a demorar un mes en habilitar los caminos, y en dinero para reconstrucción necesitamos más de $ 1.500 millones", dijo.
En Copiapó hay "puntos de alto conflicto", según el alcalde Marcos López: el sector de Paipote, el casco antiguo (que había sido afectado por los aluviones del 2015 también) y la zona rural. "Los daños son cuantiosos. Hay casas inundadas y destruidas en el casco histórico. Allí se produjo por lo menos un metro de agua circulando en la noche del viernes. Pero, por lo menos, tenemos la experiencia del año 2015 y esperamos salir con más rapidez del conflicto".
El edil dijo que en Paipote está trabajando una empresa minera el despeje de caminos, mientras que en el área rural el MOP dispuso de maquinaria pesada. "Para el despeje de vías y el trabajo de limpieza se necesitan $ 1.200 millones, al menos para resolver lo más urgente", dijo López.
En Chañaral, en tanto, considerada la comuna más afectada, el subsecretario Galilea estima que con cinco cargadores frontales pequeños, no grandes máquinas, en 15 días podría estar limpia la zona más afectada.