Este jueves, en Juan Pinto Durán, Felipe Mora lo intentó por última vez. Entrenó a la par con sus compañeros, con un peto amarillo. Disputó cada balón como si fuese el último de su vida. Quería mostrarse, ganarse un cupo para la Copa Confederaciones. Sabía que, salvo algún inconveniente de última hora, sería titular en el amistoso ante Burkina Faso. Nada hacía presagiar que una vez finalizado el último entrenamiento de cara al amistoso, el delantero pediría, al igual los días anteriores, atención médica. No tuvo tiempo para elongar con sus compañeros, ni menos para ir al gimnasio. Se retiró rápidamente a la sala de kinesiología de Juan Pinto Durán, El goleador del Clausura no estaba bien, y en el cuerpo médico lo tenían claro.
De nada sirvieron las dos sesiones de terapia diarias a las que fue sometido Moravilla durante esta semana. Ni siquiera sus ganas, que según aseguran sus cercanos lo motivaron a entrenar a la par con sus compañeros, pese al dolor que sentía, lograron que el futbolista superara la lesión a la rodilla derecha, que se originó en el duelo ante San Luis, por el Clausura. El golpe de Daniel Vicencio terminó de liquidar a la figura del semestre.
La noche del jueves, Universidad de Chile fue notificada de la liberación del floridano. Casi 10 horas después, la página web de la ANFP oficializó su salida del búnker de Macul: "La Gerencia de Comunicaciones de la Federación de Fútbol de Chile informa que el Cuerpo Técnico y Médico de la Selección Chilena, dispuso hoy liberar al jugador Felipe Mora", comenzó diciendo el comunicado. "La decisión fue adoptada debido a que el jugador presentó traumatismo de su rodilla derecha durante el último partido de su equipo por el torneo local", cerró el informe.
En el entorno del formado en Audax Italiano lamentan la lesión. Reconocen que el jugador está afectado, pero que quedó muy tranquilo luego de la conversación que sostuvo con Juan Antonio Pizzi. El DT le aseguró que si mantenía su nivel sería considerado para las futuras nominaciones.
Cercanos a Mora no buscan culpables, pero sí se cuestionan por qué no se hizo un trabajo diferenciado con el futbolista, asumiendo que el cuerpo médico sabía que el delantero venía con problemas físicos. Tal como se hizo con Gonzalo Jara y Claudio Bravo, quienes han entrenado a baja intensidad por diferentes problemas físicos que arrastran.
En contacto con La Tercera, Fernando Radice, médico de la Selección y de la U, justifica la decisión de integrarlo de lleno a los trabajos desde el primer día de práctica. En su club, apenas sufrió la lesión, fue sometido a ejercicios de kinesiología: "¿Por qué no entrenó diferenciado? El tipo de lesión es diferente al del resto de sus compañeros. El entrenamiento se asocia al programa de rehabilitación. El resultado de este esquema permite predecir tiempo y estado de recuperación del jugador", comienza diciendo. Luego, enfático, el doctor asegura que la mejor decisión es no llevar al futbolista a Rusia: "Felipe no está totalmente recuperado y no íbamos a ser capaces de tenerlo al nivel físico que requiere esta competencia. Estará tres semanas en un tratamiento para recuperarse".
La marginación de Mora complica a Pizzi, más aún cuando hace un par de días se confirmó que Nicolás Castillo, su otra carta de gol, no pudo superar la lesión al tobillo derecho, viéndose obligado a bajarlo del viaje a Rusia. Ante la prensa, Macanudo le restó dramatismo a las bajas. "Ya hemos dado muestras que ante las ausencias de jugadores muy importantes, el equipo ha podido en base al esfuerzo colectivo y a la actuación en conjunto, superar los obstáculos. Esto es una muestra más que tenemos para consolidar esa filosofía, de priorizar la parte colectiva por sobre la individual", decía el DT, este miércoles, asumiendo que sólo Castillo sería baja por lesión.
Lo único que tranquiliza a Pizzi es el gran momento de Alexis, quien cerró la temporada con 33 goles, a nivel de club y Selección. También confía en Eduardo Vargas cuando se pone la camiseta roja, pese a su discreta campaña en Tigres, donde apenas sumó tres anotaciones. Esteban Paredes, pese a cerrar el último año con 11 anotaciones, no logró convencerlo. Pizzi va con lo que tiene.
