Acompañado por el canciller David Choquehuanca, el vicepresidente Alvaro García Linera y otras autoridades, el Presidente de Bolivia, Evo Morales, encabezó ayer un desfile cívico militar que se realizó en La Paz, en torno a la plaza Eduardo Abaroa.
Minutos antes, Morales había iniciado las actividades del Día del Mar, fecha en que cada año Bolivia conmemora la batalla ante Chile en que perdió el control de Calama y su territorio en el litoral durante la Guerra del Pacífico, en 1879.
En una alocución de 18 minutos, el mandatario ratificó que continuará la demanda ante la Corte Internacional de La Haya, con la que busca obligar a Chile a negociar una salida soberana al mar. Morales dijo que el 17 de abril próximo, "presentaremos nuestra memoria, la cual ha sido trabajada con la mayor responsabilidad y compromiso patriótico, sintiendo orgullo de ser bolivianos, dispuestos a superar esa amarga historia".
En su discurso, Morales emplazó al gobierno de Michelle Bachelet -sin nombrar directamente a la Mandataria- a mejorar la propuesta hecha por Augusto Pinochet a Bolivia, en la que Chile se abrió a realizar un canje territorial para dar a La Paz un corredor soberano al mar. "Si un dictador como Pinochet propuso una salida al mar para Bolivia en los años 70, esperamos que un gobierno democrático socialista pueda hacer realidad este derecho en pleno siglo XXI", dijo el presidente boliviano.
La propuesta de Pinochet, aludida por Morales, se materializó en 1975 en un encuentro con el entonces gobernante altiplánico, Hugo Banzer, realizado en la localidad fronteriza de Charaña. La idea implicaba que Chile cedería una franja territorial al norte de Arica con salida al mar, a cambio de que Bolivia entregase una extensión similar. Pero el acuerdo fue objetado por Perú. Según el Tratado de 1929, Chile no podía entregar, sin consentimiento de Lima, un antiguo territorio peruano a un tercer país.
El llamado de Morales coincidía con las declaraciones que el ex candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami hizo en la víspera de su cita con el mandatario boliviano, en febrero pasado. Tras la cita en Palacio Quemado, el ex diputado dijo que "no es aceptable que Pinochet y Banzer hayan llegado más lejos" en la búsqueda de una solución marítima para Bolivia, y dijo que dos demócratas como Morales y Bachelet, "no pueden quedar por debajo de ellos".
Relación con Bachelet
Tras el triunfo de Bachelet en las elecciones de diciembre, se especuló sobre la posibilidad de que Bolivia retirara la demanda para retomar la "Agenda de 13 puntos" que ambos países desarrollaron durante el primer mandato de la Presidenta chilena, la que incluía el tema marítimo.
Pero Morales desechó esa opción a comienzos de febrero, tras reunirse con el Consejo de Reivindicación Marítima y ex cancilleres de su país. La decisión del presidente paceño generó una relación distante con Bachelet. Incluso, previo al cambio de mando, se puso en duda su asistencia a la ceremonia en Valparaíso.
También el mandatario dijo que, además del tema marítimo, quedan otros asuntos "pendientes" como las controversias sobre el río Lauca y "los manantiales (río) del Silala".
No obstante, ayer, Morales hizo algunos gestos al no responsabilizar directamente a Chile de la Guerra del Pacífico. En el discurso dijo que la guerra fue desatada "por intereses de empresas extranjeras", "la ambición de la oligarquía chilena y los capitales ingleses que enfrentaron a tres países hermanos y vecinos: Bolivia, Perú y Chile".
La Cancillería chilena, en tanto, ayer emitió una declaración, en la que cuestiona los dichos de Morales. "Ha hecho referencia a la relación bilateral entre Chile y Bolivia, aludiendo a elementos históricos cuya interpretación nuestro país no comparte", dice el texto.
El Ministerio de RR.EE. agrega que Chile está abierto al diálogo bilateral y que "tiene el mayor interés por retomar la agenda". Sin embargo, remarca que "ese diálogo no podría incluir el punto 6 de la agenda (tema marítimo)", que Bolivia decidió "someter unilateralmente a un proceso contencioso" en La Haya.