Pese a las señales previas que anticipaban una eventual ofensiva de Bolivia por su aspiración marítima, durante la Cumbre del G-77 que culminó ayer en Santa Cruz, el gobierno paceño finalmente no aludió a la demanda que presentó contra Chile en La Haya.
Hace unos días, desde La Paz se había advertido la intención de distribuir entre las distintas delegaciones asistentes el libro El mar, donde se detallan las razones que motivaron al gobierno de Evo Morales para recurrir a la Corte Internacional de Justicia.
Antes de viajar a la ciudad boliviana para participar en el foro multilateral, los parlamentarios que integraban la comitiva chilena -encabezada por el canciller Heraldo Muñoz y el portavoz Alvaro Elizalde recibirían de la Cancillería una minuta, donde se detalla la postura chilena frente a la demanda boliviana.
"Si se maritimiza la cumbre, vamos a sostener reuniones con otras delegaciones para explicar la posición de Chile", había adver- tido el diputado RN José Manuel Edwards.
Antes de la inauguración de la cumbre, la noche del sábado, el Presidente Morales sí aludió indirectamente a la controversia que Bolivia mantiene con Chile por el Silala. "El agua de los manantiales del Silala es la oficial del G-77 más China. Son aguas del pueblo boliviano", dijo.