La reciente idea del Presidente Evo Morales de hacer girar al revés el reloj más emblemático de Bolivia desató críticas y burlas y amenaza con profundizar la confrontación en ese país.
El enorme reloj que corona la cúpula del Congreso en La Paz ya no lleva números romanos, sino arábigos y desde el lunes sus manecillas giran de derecha a izquierda.
El canciller David Choquehuanca explicó que como Bolivia está ubicado en el hemisferio sur del planeta, el reloj solar gira a la izquierda. "Estamos en el sur y estamos en tiempos de recuperar nuestra identidad", señaló, al justificar la inusual medida. Pero para la diputada de oposición Norma Piérola, "no es más que una burda imitación de lo extranjero".
Piérola atribuyó la iniciativa al vicepresidente Alvaro García Linera "que se declaró como un jacobino y pretende cambiar las leyes universales del tiempo".
Es una señal de que "las cosas van marcha atrás", argumentó el candidato opositor, Samuel Doria Medina.
Es la visión del mundo andino "llevada el ridículo para sacar rédito político", dijo a AP el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, aymara como Morales. Cuando los indígenas aymaras se reúnen lo hacen en círculo y saludan en sentido contrario a las manecillas del reloj "pero no tiene ninguna relación con el tiempo y peor por interés político", acotó.
Ayer se reveló que el gobierno regaló relojes de similares características a los líderes del G-77 en la cumbre celebrada en Santa Cruz. Por otro lado, Morales anunció que la próxima semana se reunirá con el líder chino Xi Jinping en Brasil.