Nadie duda de la belleza y el magnetismo de Praga. Por algo es considerada una de las ciudades más lindas de Europa. Y ocurre que la mayoría de los turistas, enceguecidos por el encanto de la capital de República Checa, huyen rápido en extenuantes tours hacia otros destinos fuera de las fronteras, perdiéndose la oportunidad de conocer atractivos que pueden resultar inigualables, como lo es la zona de Moravia del Sur, una de las más extensas de este país, localizada muy cerca de los límites con Austria y Eslovaquia.

Región de viñedos, grandes castillos y de tradiciones arraigadas, Moravia del Sur es, también, elección perfecta para quienes buscan una escapada romántica, de pueblos medievales, villorrios con aires a cuento, extensos parques y largos senderos para caminar, pequeños hoteles y vino para celebrar. Para todos los ¡salud! que sean capaces de hacer, porque hay cientos de antiguas bodegas, que producen frescas y variadas cepas, siendo las blancas las más destacadas.

En Moravia del Sur hay que olvidarse de las grandes ciudades, porque la zona es antónimo de multitud y sinónimo de intimidad. No hay ni famosas cadenas hoteleras ni grandes complejos. Sí, en cambio, casonas transformadas en lindas penzion, restaurantes de pocas mesas, atendidos por mozos amables que no se complican para explicar en inglés los ingredientes de la comida regional.

LEDNICE - VALTICE
Para el recorrido parta por Lednice y Valtice, dos pueblos que, en conjunto, conforman un área de unos 300 km2 y que es considerado el más extenso parque artificial creado por el hombre en Europa. En términos simples, es una sucesión de lagunas, bosques, jardines, senderos, palacios y esculturas, todo levantado por la dinastía Lichtenstein a partir del siglo XVII y que por su valor arquitectónico y paisajístico, fue declarado Patrimonio de la Unesco. Y Lednice-Valtice es, lejos, uno de los más encantadores paseos para hacer en pareja. En especial, durante el otoño europeo, cuando los colores  cambian con impresionante rapidez.

"Lo recomiendo para parejas jóvenes, que disfrutan no sólo de actividades de aventura, sino que por las noches pueden alojar en hermosos hoteles con todo el aire romántico de la  Edad Media, dependiendo más que nada del gusto personal, ya que existe una gran variedad de precios que se ajustan a todos los presupuestos", dice Horacio Chialvo, gerente comercial de Andes Reps y quien acaba de recorrer la zona.

Ya sea en un tour establecido (hay agencias en ambos pueblos), caminando por sus innumerables senderos turísticos que se internan y llevan -con buena señalización- por puentes, miradores y hasta un minarete musulmán o, algo del todo recomendable, una excursión en bicicleta al ritmo que da una completa visión de la zona. El circuito más frecuentado tiene 15 kilómetros, pero no se asuste, las paradas son habituales y los atractivos tantos, que el asombro no agota.

Saliendo desde el costado del Castillo de Lednice, lugar de veraneo de los duques y que ofrece visitas guiadas por sus impresionantes interiores, su invernadero con más de 3 mil plantas tropicales y sus extensos jardines, el circuito en bici lleva por las ruinas del Castillo de Juan (1802), el templo de Apollon (1817), de inspiración griega y que domina una gran laguna llena de cisnes. Sin dejar nunca un sendero entre bosques, pasa por las Tres Gracias,  grandes columnas cubiertas, capillas góticas, un arco de triunfo de estilo romántico y un minarete (1798) de 60 metros, desde donde es posible ver Lednice y la cercana frontera con Austria (Viena está a unos 100 kms).

El Palacio de Valtice, donde suele terminar el recorrido, es un castillo que data de 1395, pero que fue reconstruido en varias ocasiones, pasando por diversos estilos, desde renacentista hasta barroco, que es  el actual y que conserva desde 1730. Tanto Valtice como Lednice son pueblos sumamente tranquilos. Se nota en las casas, ninguna tiene barrotes ni rayados en sus fachadas. Por el contrario, muchas son antiguas y muy bien cuidadas. Una recomendación, los restaurantes cierran temprano. A eso de las 20.00 cuesta hallar una cocina abierta, así que prográmese para funcionar hasta temprano.

MIKULOV
Está finalizando la vendimia en Moravia del Sur, con fiestas alegres. Pero octubre es tranquilo, sobre todo para el Festival de Bodegas Abiertas, en Mikulov (a menos de una hora de Valtice), donde más de 50 viñas invitan a degustar vinos y especialidades gastronómicas.

Mikulov es lo que se podría catalogar de joya arquitectónica. El diminutivo es sólo por su porte: un pueblo que se recorre en una mañana o una tarde. Aquí llama la atención el Palacio de Mikulov, que albergó desde 1675 hasta la Segunda Guerra Mundial (cuando se quemó) a la familia Dietrichstein. Hoy, tras su reconstrucción, uno de sus descendientes habita parte de sus 120 habitaciones y el resto está abierto a los visitantes. También destacan la torre de la iglesia de San Venceslao y la  histórica plaza, con el templo que cobija 45 tumbas de los Dietrichstein, la cruz de la trinidad, que se levantó para espantar la peste, y la fuente de agua construida en el siglo XVII.

Cómo llegar

Moravia del Sur está muy bien conectada dentro de República Checa. A 200 km de Praga, se puede llegar en auto por carretera vía Brno, en tren o buses. También está a un paso de Viena (Austria): apenas 100 km que se pueden hacer en auto o tren.