El presidente egipcio, Mohamed Morsi, aseguró que las decisiones que tomó el domingo, como la remodelación de la cúpula militar y la anulación de amplias prerrogativas del Ejército, son para el bien de la nación y no pretenden avergonzar a nadie.
En un discurso anoche en la institución musulmana de Al Azhar, Morsi insistió en que no quería "transmitir ningún mensaje negativo" con su nueva declaración constitucional, que anula la aprobada previamente en junio por la Junta Militar y en la que esta se garantizaba el poder legislativo.
"Las decisiones que tomé no están en absoluto dirigidas a personas individuales ni son para avergonzar a instituciones. Es imposible que mi objetivo sea limitar la libertad de quienes han sido creados libres por Alá", añadió Morsi.
Morsi anunció profundos cambios que implican despojar a los militares de gran parte del poder que se habían reservado.
Entre estos cambios figura el anuncio del paso al retiro del ministro de Defensa y comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Husein Tantaui, y del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas,Sami Anan.
En su discurso de anoche, Mursi expresó su aprecio por las Fuerzas Armadas y les pidió que sean libres para su "misión sagrada", que es la protección del país.
Tras los cambios que anunció el presidente egipcio, miles de ciudadanos se reunieron hasta altas horas de la madrugada en la céntrica plaza cairota de Tahrir y en otras ciudades para expresar su apoyo a las decisiones de éste y celebrar el fin del poder político de los militares.