El juez del juicio al depuesto presidente islamista, Mohamed Morsi, y 14 coacusados aplazó la audiencia hasta el próximo 8 de enero, tan pronto como comenzó porque los gritos de los acusados afectaban los procedimientos, de acuerdo a las informaciones que transmitió la televisión estatal de Egipto.
El aplazamiento ocurrió tras una demora de dos horas en el comienzo de la audiencia.
Funcionarios de seguridad en la sala del tribunal dicen que la demora fue causada por la insistencia de Mohamed Morsi en no ponerse el uniforme de prisionero, que es parte de su negativa a reconocer la legitimidad del juicio.
Incluso, Morsi dijo ante el tribunal que sigue siendo el "presidente legítimo" del país y que rechaza los procedimientos en su contra.
Los comentarios de Morsi surgieron luego que el juez lo llamara por su nombre después de identificarlo como "acusado", dijeron los funcionarios de seguridad.
Morsi contestó: "Yo soy el doctor Mohamed Morsi, el presidente de la república. Yo soy el presidente legítimo de Egipto".
Y agregó: "Me niego a que este tribunal me juzgue".
Los funcionarios hablaron a condición de no ser identificados, porque no estaban autorizados a hablar con los medios.
Tras la suspención de la audiencia, Morsi fue trasladado a la cárcel de Burg al Arab en la ciudad septentrional de Alejandría, informaron a Efe fuentes de los servicios de seguridad egipcios.
La cárcel de Burg al Arab, construida en 2004, cuenta con estrictas medidas de seguridad y está situada en la zona desértica de Al Garbiniyat, al oeste de Alejandría.
El resto de los procesados junto a Mursi, entre ellos el vicepresidente del Partido Libertad y Justicia (PLJ) -brazo político de la Hermandad-, Esam el Arian, y el miembro de su Ejecutiva Mohamed Beltagui, regresaron a la cárcel cairota de Tora, según las fuentes de seguridad.
Morsi y los otros están acusados de incitar a la violencia y pudieran enfrentar la pena de muerte si los declaran culpables.