La Cancillería rusa consideró hoy una "provocación" el anuncio falso emitido el sábado por el canal de televisión georgiano Imedi sobre una invasión rusa de Georgia, que provocó el pánico en el país caucásico.

"El provocador programa causó un claro perjuicio a la seguridad y la estabilidad de la región, aumentando significativamente el nivel de tensión en una situación ya de por sí complicada", aseguró Andréi Nesterenko, portavoz del Ministerior de RR.EE ruso.

El funcionario calificó de "vergonzosa" e "inmoral" la actitud de la emisora de televisión e instó a los observadores europeos y a la comunidad internacional a condenar ese hecho.

"En Georgia muchos opinan que la provocación por parte de Imedi no pudo ser llevada a cabo sin la autorización de las autoridades", dijo.

Nesterenko añadió que "el Presidente de Georgia (Mijaíl Saakashvili) no escondió su aprobación en relación con el escandaloso programa, cuyo guión describió como 'lo más parecido a la realidad'".

Imedi sorprendió el sábado a los georgianos al anunciar en un "reportaje especial" que el ejército ruso había invadido el país, al igual que en la guerra de agosto de 2008 por el control de la separatista Osetia del Sur, y que los combates se desarrollaban a menos de 30 kilómetros de Tiflis, la capaital georgiana.

El reportaje incluyó un comunicado sobre la presunta muerte de Saakashvili y su "desmentido", y el anuncio de una movilización diplomática en occidente y del paso de la oposición georgiana del lado de Rusia para hacerse con el poder en Tiflis.

Imedi había abierto su informe con un breve aviso, que pasó desapercibido para gran parte de la audiencia, de que se trataba de un reportaje ficticio sobre lo que podría ocurrir "si la sociedad georgiana no permanece unida ante los planes de Rusia".

La difusión del programa televisivo coincidió con uno de los frecuentes cortes de las líneas telefónicas, fijas y móviles, lo que contribuyó al pánico, en particular cerca de Osetia del Sur.

Seguidamente, la presidencia georgiana declaró que Saakashvili criticó la difusión de ese material alarmista sin previo aviso de que es ficticio, en un país que todavía tiene fresco el recuerdo de la anterior guerra con Rusia.