"Cerrado por razones técnicas". Ese era el cartel que exhibía la noche del miércoles el local de McDonald's en la plaza Pushkin de Moscú, el primero que se abrió en Rusia, en 1990, y que, según la empresa, es el más frecuentado del mundo. En plena disputa política entre el Kremlin y la Casa Blanca por el conflicto en Ucrania, las autoridades rusas ampliaron ayer sus inspecciones en restaurantes de la multinacional estadounidense de comida rápida, tras cerrar cuatro establecimientos en la capital rusa, aduciendo razones sanitarias.
De hecho, el Servicio Federal de Protección al Consumidor, Rospotrebnadzor, comenzó una revisión de los restaurantes McDonald's en las regiones centrales de Rusia, informó ayer un representante de la dirección territorial de la entidad, citado por la agencia RIA Novosti. "Tenemos una orden correspondiente del servicio federal. Ya hemos empezado la investigación. Los resultados incluirán los análisis de laboratorio que se están llevando a cabo", dijo el representante de la oficina del ente en la provincia de Ivánovo, quien aclaró que los resultados estarán listos en un plazo de 20 días.
El ente regulador informó de registros en restaurantes de las regiones de Sverdlovsk, Tataristán, Voronezh y Moscú. También tiene previsto ampliar estas comprobaciones a establecimientos de la república de Bashkortostán y la región de Krasnodar.
Consultado sobre si la decisión era una represalia contra EE.UU. y otros países por las sanciones económicas impuestas a Moscú por la crisis en Ucrania, Rospotrebnadzor negó cualquier trasfondo político e indicó que la clausura temporal de las sucursales de la cadena norteamericana se debe a "infracciones sanitarias". "Ha habido quejas sobre la calidad y seguridad de los productos" que ofrece esta cadena, que contaba en 2013 con 438 restaurantes en Rusia, precisó el organismo.
Por su parte, la unidad rusa de McDonald's reiteró la disposición de la empresa "a cualquier registro". "Estamos analizando la esencia de los reclamos para decidir los pasos necesarios para abrir los restaurantes lo más pronto posible para los clientes", informó la compañía a través de un comunicado.
"Obviamente, tiene una motivación política por Ucrania", dijo Alexis Rodzianko, presidente de la Cámara de Comercio Estadounidense en Rusia. "La pregunta es: ¿Va a ser una llamada de atención o el inicio de una campaña?".
McDonald's, que emplea a más de 35.000 personas en Rusia, ha sido visto en ese país como un símbolo de la expansión global de EE.UU., y es una empresa criticada por los nacionalistas rusos. Uno de ellos, Vladimir Zhirinovsky, pidió clausurar la cadena de comida después de que McDonald's anunciara el cierre temporal de sus tres restaurantes en Crimea, en respuesta a la decisión de Rusia de anexar en marzo esa península, que hasta entonces era parte de Ucrania.